sábado, 20 de noviembre de 2010

Dream




De esa manera, al dejarse ir en lo que sentía, pudo descubrir esa otra parte suya, tan cierta como la otra pero tan lejana a la vez, descubrió su ferocidad y las ganas de reclamar, de exigir, de tomar, esa otra forma suya celosa y posesiva  y ese saber que siempre iba a querer un poco mas, a la vez que esa necesidad visceral de estar segura de que la queria. Dejo sentir ese mi, mi , para mi sola.
Permitirse ser., eso lo aprendió y no piensa renunciar nunca a ello.



(Alejandra Guzman. Ven)
(imagen: Jaume Plensa; Dream)

4 comentarios:

  1. Dicen que en el frontis del oráculo de Delphos rezaba esta inscripción: "Conócete a ti mismo". Quizá no haya tarea más compleja y más inabarcable para nuestra limitada vida humana. Porque, como bien tu texto, conocerse pasa también por aceptar aquello de nosotros mismos que está ahí pero nunca nos hemos permitido ser.

    No seamos nosotros mismos quienes nos mutilemos, más allá de las mutilaciones que a menudo tratan de imponernos los otros. Dejémonos ser y que a partir de ahí los otros decidan. Al menos, no nos embargará la tristeza de habernos traicionado.

    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Aceptarlo y permitirlo, de eso se trata Antígona, de tener la capacidad y el valor de verlo y asumirlo, y dejarnos ser, sin más, con honestidad, claridad y verdad, sin pretender ocultar aquello que descubrimos y que también somos.
    Es la única manera al final,de sentirse bién, y cómo bién dices que los otros decidan, eso es ya algo que se escapa de nosotras y que no debería de importarnos.
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Unas palabras muy apasionadas, por experiencia propia sé que los celos son malos compañeros en el camino. Besos.

    ResponderEliminar
  4. Si Leovi, los celos son malos compañeros y malos consejeros, especialmente si se enfrentan solos. Pero creo que existen unos celos innatos a determinadas personas, que es bueno reconocer que se tienen y afrontarlos, darle su lugar en cuanto a necesidad de sentirse segura y querida y separarlos del celo enfermizo y muchas veces sin causa.
    Un beso

    ResponderEliminar