lunes, 8 de noviembre de 2010

La palabra



                              Escucharte para siempre, hasta la última palabra.

Haunt Me. Sade

Te llamé. Necesitaba oírte. Ya pasó. Iba a decirte algo. Iba a decirte
algo y no sé muy bien qué.
Iba dispuesta a que saliera y punto.


La palabra


Pablo Neruda


... Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y las que bajan... Me prosterno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto las palabras... Las inesperadas... Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen... Vocablos amados... Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío... Persigo algunas palabras... Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema... Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento
cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como aceitunas... Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto... Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola... Todo está en la palabra... Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperba y que le obedeció... Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tantos ser raíces... Son antiquísimas y recientísimas... Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada.. Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos... Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo... Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas... Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra... Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes... el idioma. Salimos perdiendo... Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos dejaron el oro... Se lo llevaron todo y nos dejaron todo... Nos dejaron las palabras.


Letra de Haunt Me (Sade):
Persígueme
en mis sueños,
por favor.
Tu aliento está conmigo ahora y siempre,
es como una brisa.

¿Desconfiarías alguna vez de mí?
Si es ayuda lo que necesitas,
nunca se te ocurra dudar de mi.

Y si quieres dormir,
seré silenciosa
como un ángel,
tan silenciosa como podría estar tu alma
si supieras
que tenías una amiga como yo.

¿Desconfiarías alguna vez de mí?
Si es ayuda lo que necesitas,
nunca se te ocurra dudar de mi.

4 comentarios:

  1. Realmente encantador, Neruda es un mago de la palabra y uno de mis favoritos. Besos.

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  2. "Todo está en la palabra... Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperba y que le obedeció... Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tantos ser raíces..."
    Es perfecto!!
    Y yo no sé si te lo he dicho, pero me agrada que pasees por mis palabras.
    Un beso Leovi

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  3. Preciosas palabras de Neruda. Quizás porque la he escuchado muchas veces en la voz de Paco Ibañez, hablando de palabras siempre me viene a la mente el magnífico poema de Blas de Otero Me queda la palabra.

    Si he perdido la vida, el tiempo,
    todo lo tiré como un anillo al agua,
    Si he perdido la voz en la maleza,
    me queda la palabra.
    Si he sufrido la sed, el hambre,
    todo lo que era mío y resultó ser nada.
    Si he segado las sombras en silencio,
    me queda la palabra.
    Si abrí los ojos para ver el rostro
    puro y terrible de mi patria.
    Si abrí los labios hasta desgarrármelos,
    me queda la palabra.

    Besos.

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  4. Leovi, no conocía este poema de Blas de Otero y me ha encantado. "Y me queda la palabra", una frase tan sencilla y tan grande.
    Creo que ya en algún lado te comente que conocía antes muy poco de Neruda y, por día, voy descubriéndole, y me encanta.
    Un beso

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