"En la doliente soledad del domingo"
de Gioconda Belli
Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.
Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos;
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.
Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.
Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro,
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.
Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.
Llueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.
Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos;
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.
Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.
Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro,
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.
Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.
Llueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.
¡Por todos los dioses, que bien has adornado hoy el mar!... jajaja
ResponderEliminarComo está el patio hoy, que vengo del blog de Blue...jajaja
Voy a tener que ponerme a leer a ver que pasa...jajaja
Besos y salud
Sí Genín, jajajaja lo pensé al pasar por su casa, pero que conste que tú me echaste el reto....recuérdalo, jajajajaja
EliminarBesos y salud
Y justo ahora que viene el frío.
Eliminar¡No hay quien nos entienda!
Bueno Blue, eso es parte de nuestro encanto, no?, jajajaja, frío....quien dice frío!!
EliminarBicos
La sensualidad invade hoy tus olas y les sienta muy bien, tanto en la imagen como en los magníficos versos de Gioconda Belli.
ResponderEliminarEl cuerpo existe y tiene sus registros, sus modos de expresarse.
Un abrazo grande.
Hoy un mar tranquilo y pausado recibe al cuerpo y al poema, Isabel. Los versos de Gioconda Belli necesitan poco, son sensualidad pura, pero es cierto que el cuerpo tiene sus propios registros...
EliminarUn abrazo, Isabel.
Un cuerpo de mujer encuadrado por el mar es muy sensual y da gusto contemplarlo a la vez que se leen los versos del poema, me gustó mucho cuando dice que las manos acomodaban los pechos, pequeños como pájaros.
ResponderEliminarUn beso.
Esa estrofa, Wendy, me gusta especialmente, aunque todo el poema sea maravilloso.
EliminarBesossss
Un "combo" perfecto entre música, letra e imágen.
ResponderEliminarMuy bello !!
Saludos.
Me alegra que te guste, T. Rex.
EliminarUn beso
Preciosa foto que me he tomado la libertad de llevarmela para ilustrar, modificandola, precisamente este poema de la Belli que hoy publicas y que en una ocasión, edité recitado, en una entrada en mi antiguo blog del Rincón de Anna.
ResponderEliminarSiempre es un placer sentir como te baña el mar y más, para mi, si es del Sur, y con la melodia de fondo de Javier Limón, la sensualidad está servida.
Te dejo el enlace de la entrada: Baña mi cuerpo
(si no quieres que utilice la foto, la retiro)
Muchas gracias.
Anna J.R.
Claro que puedes llevártela Anna, y me paso a oírte, que será un placer como siempre. Sentir el abrazo del agua es simplemente perfecto.
EliminarUn beso, Anna.
Hermosísimo poema de imagenes sinuosas; imposible no verlas.
ResponderEliminarY no todos los días se encuentra una modelo así.
Besos.
Me gusta mucho lo de imágenes sinuosas, Maia, todo el poema lo es y es cierto que se visualiza melodiosamente según se lee. Desde que lo leí por primera vez, me ha encantado este poema de Gioconda y me parece un hermoso y sensual cuadro, lleno de luz y delicadeza, que atrapa desde la primera visual. La modelo es realmente hermosa.
EliminarUn beso grande.
Piel y azul, hermosa combinación....Bico
ResponderEliminarA mí me parece que si, ;)
EliminarBicos, Vera.
Hermoso poema, hermosa foto, hermoso sol!!
ResponderEliminarun abrazo grande Carme :)
Si, hermosos reflejos del sol en el mar y la piel, :)
EliminarBesos Isza!!
Cama y espejo, como si el mismo deseo se duplicase...y cómo no!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Reflejos y espejos, cuerpo, deseo y hemisferios encontrados.
EliminarUn beso, Darío
Todo así, apacible, sensual...amor en calma y aunque lejos, cercano en la esperanza. Un beso
ResponderEliminarAsi sea.
EliminarUn beso uruguaya.
Es un hermoso texto, Carmela, muy bien logrado y que llega.
ResponderEliminarY me deja pensando, tal vez sea una tontería, pero en muchas poesías (o fotos) realizadas por mujeres, cuando hablan del deseo o de la nostalgia por un ser amado, se muestra la desnudez. En términos generales, a un hombre no le provocaría desnudarse una situación así. Parece que somos muy diferentes.
Un abrazo.
HD
Todo lo escrito por Gioconda Belli es hermoso, pero este es especial para mí, Humberto.
EliminarBueno yo pienso con respecto a lo que dices que no es "desnudarse", esa no es la idea, al menos para mí, aunque sí creo que somos, y gracias a dios, jajaja, muy distintos los hombres y las mujeres, :)
Un beso, Humberto
Hala!, soberbia imagen al abrir la página....
ResponderEliminarun saludo, rama
A que sí, Rama.
EliminarYo pienso lo mismo, :)
Un beso
Me encanta Belli, me encanta el poema y esta fotografía preciosa, Carmel!!
ResponderEliminarEsos reflejos, esa piel desnuda al sol!
Besos, muchos ;)
Coincidimos, Axis.
EliminarUn abrazo grande :)
Al lado de las olas siempre hay dunas, pero no nos las enseñabas.
ResponderEliminarLeo ese poema, tan bonito y tan triste, y tengo que volver a la foto para olvidarlo.
Besos.
Tienes razón Blue, pero aunque no lo creas voy cogiendo lugar poco a poco, es un proceso lento pero hacía adelante...
Eliminar¿Te parece triste?, a mí no, quizás porque lo leo desde una orilla muy especial....jajajaja no te vuelvas loca, yo me entiendo, ;)
Bicos y besos.
Sí, me parece triste quedar abrazada a una esperanza.
Eliminar;-)
Entiendo lo que dices, :)
EliminarBicos.
Preciosa y luminosa foto, la belleza femenina sobre la del mar de fondo que la ilumina, exquisito también el poema. Besos.
ResponderEliminarMe gusta la descripción que haces Leovi.
EliminarUn beso
Te superas cada día con las fotos, esta me parece bellísima, y el poema...maravilloso porque Belli es bella.
ResponderEliminarbesitos.
Gracias Ana por tus palabras.
EliminarBesos muchos
Que bonito... estoy encantado de volver para seguir disfrutando de este maravilloso post. Besos.
ResponderEliminarY a mí me gusta que vengas, Leovi.
EliminarBesos
Cuanta sensualidad en la fotos y las palabras de Gioconda Belli!!!
ResponderEliminarDe esa foto no tengo repetida ;)
Un abrazo
Me temo que yo tampoco jajajajajaja, pero bueno Yraya, podemos verlas y disfrutarlas no jajajajaja.
EliminarBeso grande guapetona.
Ya de por sí los versos de la Belli son dulcemente pro(e)vocadores. Son de esos poemas que hacen que te mires sin pudor y reconocernos con satisfacción... ahora, la fotografía es otra cosa, niña; con ese cuerpo yo ni me reconozco ni me he conocido nunca jajaja ;)
ResponderEliminarUn trío de ases para alegrar los sentidos :)
Tres abrazos y tres besos
jajaja Mariluz, eres tremenda y derrochas alegría por los cuatro costados. ¿Y qué?, cada cual lo que tenemos y a disfrutarlo igualmente, no?.
EliminarBesos para ti, y muchos.!!!
Es la cuarta vez que vengo.
ResponderEliminarY sigo sin saber que decir, por no contradecir.
¿soy yo la única en este mundo a quien de Gioconda lo que más le gusta es su sonrisa?
Sonrío.
La foto, como siempre, magnífica. Y, como dice mi paisana, playa con dunas. Se llama Corrubedo.
Y yo sonrío porque imaginaba tu querer o no querer contradecir, :), pero que sepas que a mí lo que más me gusta es lo primero que te sale, sea blanco o negro y es tambien lo que más admiro de ti, o de lo que más. Sonrío.
EliminarSupongo que Corrubedo, es en Gallego eso, playas con dunas,....fui al diccionario y no lo encontré....
Un abrazo Galleguiña.