Entre el romanticismo y el paisajismo japones, la foto de la caña, también me lo sugiere: la naturaleza- aun no paisaje- en su manifestación más potente, y lo humano, presentado en relación y su justa escala ... Carmela sigue amando la mar, que es tu fuerza, la que hace una y otra vez, que tus fotos “canten”
Faltan las garzas volando.... No creo, por muchos huracanes de sapos que caigan, que deje nunca de amar al mar, aunque a veces la fuerza se aleje o decaiga. Un abrazo.
Me encanta la foto!! Los huracanes de sapos no tanto, pero la foto es una pasada!!!
ResponderEliminarBesos Carmela
El sitio es una pasada, los huracanes de sapos, como que no, es verdad, pero haberlos haylos :(
EliminarBesosss
Espectacular tierra y cielo! Maravillosa! Besos!
ResponderEliminarLa verdad Leovi, es que el cielo le daba un aspecto extraordinario al lugar.
EliminarBesoss
Una misteriosa silueta en el lejano horizonte de la montaña, que quizás no lo sea para ti :))
ResponderEliminarBesos y salud
;))
EliminarBesitos y salud, Genín.
Que vértigo !!!!!!
ResponderEliminarjajajaja yo lo sufro, Cheli. Ya me gustaría que no, pero....
EliminarBesitos
Me encanta el contraste de luz de la foto. Ahora se lo que es un huracán de sapos,una expresión nueva. Un beso
ResponderEliminarOjalá nunca te caigan, uruguaya.
EliminarUn beso blanco
Entre el romanticismo y el paisajismo japones, la foto de la caña, también me lo sugiere: la naturaleza- aun no paisaje- en su manifestación más potente, y lo humano, presentado en relación y su justa escala ...
ResponderEliminarCarmela sigue amando la mar, que es tu fuerza, la que hace una y otra vez, que tus fotos “canten”
Faltan las garzas volando....
EliminarNo creo, por muchos huracanes de sapos que caigan, que deje nunca de amar al mar, aunque a veces la fuerza se aleje o decaiga.
Un abrazo.
Una foto preciosa.
ResponderEliminarUn beso
Un beso, María.
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