Hola Sinuhe, eliges un buen momento para dejarla volar. Seguro que si, el simple y maravilloso hecho de volar, le arrancará esa sonrisa, y a mí, su llegada me ha hecho soltar otra y hoy se agradece. Un abrazo!!
Asombro y distintas. Lo defines muy bien Carmela... Después, o antes, está la habilidad de captarlas. Y ahí si que se percibe ese buen hacer... ¡Arte natural!
Un placer poder disfrutar de estas imágenes amiga.
¿Y es que alguna vez fueron iguales? La maravilla del mar del fuego, de la naturaleza en sí, es que siempre consigue reinventarse en su diseño...
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre son distintas, Dos_josef, y como bien dices cada vez se reinventan, y esa es su maravilla.
EliminarUn abrazo
Siempre distintas; siempre asombrosas; siempre bienvenidas... tus olas!
ResponderEliminarUna golondrina medio tristona va hacia allí, quizá el simple hecho de volar la haga feliz...
Hola Sinuhe, eliges un buen momento para dejarla volar. Seguro que si, el simple y maravilloso hecho de volar, le arrancará esa sonrisa, y a mí, su llegada me ha hecho soltar otra y hoy se agradece.
EliminarUn abrazo!!
Lindo marco musical para esas olas. Hermosa música!
ResponderEliminarUn abrazo, Carmel...
Es preciosa la música, verdad?, yo la llevo hoy dentro y me acompaña.
EliminarOtro abrazo!!
Si, siempre distintas y siempre preciosas!
ResponderEliminarBesos y salud
Gracias, Genín, siempre, Genín :)
EliminarBesos y abrazos.
Siempre distintas, siemper el mar.
ResponderEliminarbesos¡
Siempre, si.
EliminarUn beso, Amapola!!
Asombro y distintas. Lo defines muy bien Carmela... Después, o antes, está la habilidad de captarlas. Y ahí si que se percibe ese buen hacer... ¡Arte natural!
ResponderEliminarUn placer poder disfrutar de estas imágenes amiga.
Un gran abrazo.
Me alegra que te gusten, Ernesto, lo que más me gusta es que os gusten.
EliminarUn abrazo
Nunca son las mismas, ni una es la misma cada vez. Preciosa la música.Un beso
ResponderEliminar