viernes, 17 de junio de 2016

Laberintos de agua


Y la vida se vuelve un paisaje imposible
algo se quiebra
se desordena el mundo
cuando el sonido no alcanza
la mudez de la palabra
y aparecen al mismo tiempo
espacios diferentes
uniéndonos y separándonos
y es necesario inventar un lenguaje
para oír al silencio
porque no hay soledad más terrible
que la de no oírse a uno mismo
y con trazos leves
ingenuos pero precisos
dibujo en tu mirada
laberintos de agua
que entonen 
deliciosos susurros
que rescaten
el sonido 
perdido.

29 comentarios:

  1. ¡Con este poema te has superado a ti misma! :)
    Besos y salud

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    1. Si a ti te gusta para mi es suficiente :))
      Besos y salud, Genín.

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  2. Todavía me oigo.
    Y me hablo.
    Aún no todo está perdido.

    Besos.

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    1. No, no lo está. En absoluto. Y me alegra mucho saberlo.

      Besos!!

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  3. Oírse a uno mismo, aunque sea simplemente el susurro del silencio que grita para decirnos que estamos vivos.

    Preciosa entrada. Tienes una sensibilidad exquisita.

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    1. Así es, Ilduara, mientras nos escuchemos estamos vivos y existe esperanza y podemos aspirar a que nos escuchen y sobre todo sabremos escuchar a los demás. A veces cuando creemos que nadie nos escucha, o simplemente alguien que querríamos que lo hiciera, nos encerramos en ese circulo de pena y pensamos que no hay nada más.

      Me alegra que te guste y gracias por tus palabras :)

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  4. Qué hermoso y terapéutico :)
    Besos y feliz fin de semana, Carmela.

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    1. Gracias, Celia, me alegra que te guste y lo veas de esa manera
      Besos y buen fin de semana para ti.

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  5. Me encantó "inventar un lenguaje para oír al silencio", muy grande Carmela.

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    1. Gracias por tus palabras, Xan, me alegra que te guste.
      Un abrazo.

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  6. Los laberintos de agua son como los de la vida. A veces parecen revueltos pero en realidad tratan de indicarnos, si sabemos entender, que tal vez lo que vemos no es lo que parece.

    De ahí que el paisaje, conocido, se quiebre y parezca imposible. De ahí que haya que inventar nuevo lenguaje, o recordar el antiguo, de cuando sabíamos, para oírnos de nuevo.

    Imagen y palabras con vida propia.

    Un abrazo, Carmela

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    1. Me encanta como "lees" siempre mis palabras, Ernesto, de verdad.
      Me alegra verte, ya lo sabes.
      Un abrazo!!

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    2. Satisfacción compartida.

      Bueno amiga mía, es que los laberintos del agua, la imagen, son como los que viví de niño en Ibiza..., ayer! Y de los otros, los de la vida, voy saliendo ya. Cada vez el agua, de la vida, más clara. Siempre lo estuvo, ¡siempre lo está, pero no siempre lo vi.

      La travesía del desierto, para acabar, de forma natural, en el punto de partida, es una escuela por la que pasamos todos. Imprescindible para terminar descubriendo que no hay desierto ni travesía, ni partida ni llegada, ni tan siquiera "sujeto" que vaya o venga. O llegue a conclusión alguna! jajajjajaja...

      ¡Pero esto ya es otra historia!

      Buen finde, Carmela.

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  7. Espectacular como has logrado oirte a ti misma, me encantaron tus palabras, besos

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    1. Es algo que no debemos dejar de hacer nunca, Abril. Escucharnos y escuchar :)
      Un abrazo!!

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  8. Espectacular como has logrado oirte a ti misma, me encantaron tus palabras, besos

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  9. A ratos a mi sí que ne gustaría no oirme a mi misma, besos.
    Qué agua más fresca la de la imagen!!

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    1. jajajaja Amapola, tienes unos golpes buenísimos!!
      Un beso.

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  10. "porque no hay soledad más terrible
    que la de no oírse a uno mismo"

    Me quedo bailando con la profundidad e tus versos, de la mano de la reflexión y los momentos vividos.

    Un abrazo

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    1. Para mí es así Athenea, es la peor soledad. Me alegra que te guste.
      Un abrazo!!

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  11. Felicidades porque con tus palabras demuestras haber recuperado el sonido perdido y haberte escuchado a ti misma.
    Un abrazo, Carmela.

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  12. Bello poema, logrado en su profundo sentimiento.

    mariarosa

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    1. Hola Maria Rosa, bienvenida. Me alegra que te guste :))

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  13. Momentos que pasan, está en nosotros que no se perpetuen. Un beso

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  14. Momentos que pasan, está en nosotros que no se perpetuen. Un beso

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