tag:blogger.com,1999:blog-1187358130078674494.post2258545479669162318..comments2024-03-29T08:23:21.341+01:00Comments on mi fular : RecuerdaCarmelahttp://www.blogger.com/profile/07105849583927261349noreply@blogger.comBlogger6125tag:blogger.com,1999:blog-1187358130078674494.post-55956142271963790982011-06-09T18:33:05.973+02:002011-06-09T18:33:05.973+02:00Tienes razón Leovi, lo único que se puede hacer es...Tienes razón <b>Leovi</b>, lo único que se puede hacer es asumir las consecuencias y tirar hacía delante. A veces la vida se nos complica y parece que no tiene salida, pero siempre se puede asumir las partes de culpa e intentar enmendar los males. Muchas veces no conseguimos recuperar lo que intentábamos salvar y debemos asumirlo. estas caidas nos terminan enseñando. Aunque dejen cicatrices.<br />Besos.Carmelahttps://www.blogger.com/profile/07105849583927261349noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1187358130078674494.post-74276412301104036352011-06-09T18:18:30.873+02:002011-06-09T18:18:30.873+02:00Lo que con grandes dosis de realidad nos relatas p...Lo que con grandes dosis de realidad nos relatas puede parecer contradictorio pero así son los sentimientos... y la vida misma. Solo te enteras del daño cuando ya te has caído. Creo que no queda más remedio que acatar las decisiones que se han tomado, y ser consciente que eres el único animal que puede volver a tropezar con la misma piedra. Besos.Leovihttps://www.blogger.com/profile/14970831445283294241noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1187358130078674494.post-31522300458180674552010-10-30T11:00:41.006+02:002010-10-30T11:00:41.006+02:00También hay otro modo de verlo: que lo que somos n...También hay otro modo de verlo: que lo que somos no es sino la elección de una máscara -eso es, de hecho, lo que significa la palabra persona- escogida precisamente entre otras porque es aquella con la que más cómodos nos sentimos, la que mejor se ajusta a nuestras emociones, a nuestras ideas, a nuestro modo de ver el mundo. Y cuando, temporalmente, por los motivos que sean, nos construimos otra, acabamos no sintiéndonos a gusto en nuestra propia piel, y de ahí la lucha a la que aludes. <br /><br />Pero estoy de acuerdo: a veces la adopción de esa otra máscara puede llevarnos a sacar a la luz facetas de nosotros mismos que, de otro modo, nunca hubieran aflorado. <br /><br />Se me olvidó decirte ayer que por supuesto que puedes utilizar la frase de Derrida sobre la verdad para tu blog. Que es de Derrida, y no mía, mujer, y no creo que a él le importara sino más bien todo lo contrario :)<br /><br />Más besos!Antígonahttps://www.blogger.com/profile/16663356725297508681noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1187358130078674494.post-23130950831792447792010-10-30T10:45:04.396+02:002010-10-30T10:45:04.396+02:00A veces, lo que en un momento dado nos hace adopta...A veces, lo que en un momento dado nos hace adoptar una máscara es simplemente una adaptación momentánea ante un entorno nuevo, una manera de protección innata a lo que somos, ante lo desconocido, que normalmente tras una visión rápida del entorno nos hace quitarnos esa máscara y ser nosotras, otras nos indica una falta de autoestima, un temor a no ser aceptado si nos mostramos realmente como somos, y en este caso me temo que termina siendo un lastre difícil de eliminar.<br />Pero tienes razón, Antígona, tenemos que ser conscientes de la diferencia entre la ficción y la realidad, y no deberíamos ponernos nunca una careta. De todos modos en ocasiones, esa careta que provisionalmente nos colocamos sobre nosotras, (y partiendo de que no deberíamos habérnosla colocado), termina permitiendo mostrar a una que ni siquiera sabíamos que teníamos en nuestro interior, nos deja escuchar una parte dormida o escondida de nosotras y que a veces es casi más fuerte o mas real que la que mostramos diariamente, y entonces se produce un debate tan fuerte en nosotras que en ocasiones nos termina desbordando y produciendo una batalla terrible entre la que creíamos que éramos y la que se muestra, entre lo que era nuestro norte y lo nuevo que vislumbramos, y entonces, si no tenemos la suficiente fuerza para aceptar esa otra parte nuestra y darle la cabida que tiene en nosotras mismas, termina produciéndose una lucha agónica. <br />La solución verdadera (que la protagonista de esta historia, que soy consciente difícil de entender no sólo por lo que cuenta, y porque es solo un fragmento y porque nunca hasta ahora he escrito nada) no es la que ella adoptó, al no ser capaz de afrontar la mentira con la que se mostró y, aunque esa máscara inicial que adoptó hubiera terminado también siendo ella, no haber sido capaz de desnudarse y afrontar que apareció engañando para terminar siendo más la otra que ella misma. Mantener a esas dos personas que se debatían en su interior, cómo dos diferentes y, cuándo lo hizo, cuándo fue capaz de hacerlo, fue ya tarde y produjo tal dolor en quien las había aceptado como dos, que inevitablemente llevo al desastre y a la pérdida de aquella amistad.<br />Y sí que es verdad que no tenemos más remedio que vivir con nuestras decisiones y con los errores que cometemos muchas veces, pero también pienso que de todos ellos podemos aprender. Aunque a veces duelan eternamente.<br />Un beso sin máscara, Antígona, desde la que soy de verdad.Carmelahttps://www.blogger.com/profile/07105849583927261349noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1187358130078674494.post-29818034788284433752010-10-30T10:39:49.862+02:002010-10-30T10:39:49.862+02:00Este comentario ha sido eliminado por el autor.Carmelahttps://www.blogger.com/profile/07105849583927261349noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1187358130078674494.post-83047850721406765972010-10-29T22:22:35.091+02:002010-10-29T22:22:35.091+02:00Me temo, Carmela, que eso que somos se compone de ...Me temo, Carmela, que eso que somos se compone de múltiples personas, de múltiples máscaras que adoptamos en diferentes momentos y lugares sin que su conjunto sea capaz de componer una figura coherente. Sin embargo, algo nos obliga a forzar esa coherencia, a podarnos de las ramas que arrojarían, ante los demás y ante nosotros mismos, una imagen demasiado compleja, demasiado abigarrada, demasiado complicada para que otros nos entiendan. Y nunca dejamos de perder con esa poda, con esa mutilación, que al tiempo necesitamos para ser capaces de definir quiénes somos, también porque la vida nos impone decidir uno sólo de los caminos en cada bifurcación. <br /><br />Quizá por eso mismo nos gusta jugar a la impostura, a los disfraces, a ser otros de los que habitualmente somos. Pero somos conscientes de la provisionalidad de la impostura, del juego, de la diferencia entre la ficción y la realidad. No queremos perder pie en ella, tampoco en la parte de ella que supone eso que llamamos nuestro “yo”.<br /><br />En efecto, tenemos que vivir con nuestras decisiones. Qué remedio nos queda. Por eso nos duelen tanto los errores, todas las posibilidades que se evaporaron en cada una de esas bifurcaciones. Por eso, es necesario estar preparado para el error y la pérdida aun cuando las decisiones sean meditadas y, en el momento de tomarlas, las creamos acertadas.<br /><br />Un beso!Antígonahttps://www.blogger.com/profile/16663356725297508681noreply@blogger.com