El verdadero valor de perdonar
no reside
en el
perdón mismo.
Perdonar, sobre todo a quien queremos,
no es demasiado difícil,
lo realmente complicado, el quiz de la cuestión
reside en admitir-nos que algo nos dolió,
no es demasiado difícil,
lo realmente complicado, el quiz de la cuestión
reside en admitir-nos que algo nos dolió,
que
nos hizo daño en lo más interno y verdadero de nosotros
y que
al decir: no tengo nada que perdonar,
se
enquista casi sin darnos cuenta.
Admitir
la herida que nos causaron,
reconocer y atender el
dolor que nos produjo aquello,
afrontarlo
y encararlo
y extender, entonces, los brazos,
y extender, entonces, los brazos,
es el
verdadero perdón
Y en ello reside su valor.
Y en ello reside su valor.
Tomar la herida como un estrago del amor y no como una plataforma de resentimiento... UN abrazo.
ResponderEliminarPero tomarla, Darío. Afrontarlo para no caer en el resentimiento, eso si.
EliminarUn beso.
Muchas veces perdonar es un acto de egoísmo :)
ResponderEliminarBesos y salud
Al menos eso creemos.
EliminarBesitos y salud, Genín
Ni perdono ni olvido.
ResponderEliminarBesos.
Olvidar no se olvida. Perdonar depende ya de cada uno, ;-)
EliminarUn beso, Toro.
Qué es el perdón? es el olvido en la superficie. La herida requiere empatía, más que perdón. Pero es un buen comienzo, sin duda. No sé olvida, se comprende, no hay rencor, hay memoria.Un beso
ResponderEliminarCreo que el olvido es casi imposible, uruguaya. La empatía a veces es insuficiente...... o no. Quizás ahí reside todo o casi todo.
EliminarUn beso.
Bonitas escaleras para que suban y bajen las olas! Besos!
ResponderEliminarY bajen como hermosas cascadas.
EliminarUn beso, Leovi