miércoles, 24 de noviembre de 2010

Camino


Hay días que, como hoy,  te paras y miras atrás y es bueno que lo hagas: ese alto en el camino, y descansas  y miras atrás.
Tanto camino, en poco tiempo, se necesita reposar y por eso está bien que lo hagas, y que mires atrás con ojos despiertos y vivaces, recordando sin nostalgia, acunando lo vivido y dejándolo sedimentar. Pero no hay de que temer, porque sabes que ese tiempo de dejarlo pasar simplemente -el tiempo- , de lamentarte sin más de tu suerte y de no querer tomar una decisión -que a fin de cuentas era tomar una decisión, una mala decisión- ya pasó. Pero no recuerdes solamente el camino andado , que también; sino lo que te supuso aceptar que solo eran excusas lo que te frenaba;  y el miedo que sentiste cuándo decidiste dar ese primer paso; y lo que te costó darlo, acostumbrada como estabas, a dejarte estar, a dolerte sin más y a no actuar; y lo que fue para ti descubrir, que aunque ese paso no te hubiera llevado a otro -que no, que está claro que te llevó, que siempre uno lleva a otro- simplemente, el haberlo dado, ya te mereció.
Y es bueno, no solo por eso, que pares y recuerdes y pienses y te dejes estar, porque además, el camino es largo, muy largo, en realidad no tiene final y solo es cuestión de aclimatar el paso, sin prisa pero decidida, no tanto en seguridad que sabes que nunca la tendrás, sino en la decisión de querer avanzar; porque a fin de cuentas ya comprendiste que al final, la vida es eso: tener deseos hacía los que avanzar.

7 comentarios:

  1. Muy bonito y concreto. La metáfora clásica de la vida como camino hecha texto.
    Saludos.

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  2. Descla!!, encantada de verte por aquí, y de tus palabras.
    Ya sabes dónde tienes un huequito, aúnque sea tan distinto del tuyo, y en el que me he sentido muy agradablemente acogida.
    Un beso.

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  3. Jajajaja, gracias. Me río porque si los blogs que siguiese fuesen tan desmedidos como el mío, creo que me saturaría.
    Besos.

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  4. Somos, por un lado, el resultado de las decisiones que un día tomamos. Por eso, para mí, es más que necesario el recuerdo del camino que nos condujo al lugar en que nos encontramos. Para tener bien claro en cada momento que no sólo el azar, o las circunstancias, fraguaron el malestar o el bienestar de nuestro presente, sino también lo que nosotros mismos elegimos.

    Pero quizá aún más si lo que recordamos es el momento en que superamos cierto bache en guerra con nosotros mismos. Es la prueba fehaciente de que, de volver a caer, también seremos de nuevo capaces de levantarnos. Si ya lo hicimos un día, ¿qué nos impedirá volver a hacerlo una segunda? Por eso es necesario recordarlo.

    Un beso!

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  5. Esa es la idea Antígona, tener claro que además del azar y las circunstancias de cada momento, lo que realmente cuenta son las decisiones elegidas, y asumir lo que ellas desatan; y tener la suficiente confianza en nosotras mismas, para superar, cada vez que erremos, ese bache.

    Hace unos días en una serie chorra, escuche una frase,"somos el arquitecto de nuestro destino" y creo que es cierto, realmente debemos ser ese arquitecto que moldee nuestro destino; incluyendo sus errores, y siendo capaces de aceptar y corregir los fallos, continuar la construcción; que realmente nunca se llega a terminar. Y más aún, en esa construcción, muchas veces, también tendremos que corregir, lo que le afecten negativamente, las decisiones de otras construcciones que esten a nuestro lado.

    Un besote.

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  6. Sí, es bueno mirar el camino y mirarlo con calma, hacía delante y hacia atrás, intentar retroceder se convertiría en algo atípico y angustioso. Mejor seguir caminando despacio disfrutando del paisaje. Besos.

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  7. Leovi, así es, está claro que retroceder no lleva a ningún sitio, ni siquiera llegaríamos al que partimos. Lo de disfrtar del paisaje sería lo recomendable, aunque a veces cuesta y solo con seguir es un logro. Pero al cabo del tiempo se comienza a saborear ese paisaje, y al volver aquí lo he comprobado.
    Un beso

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