martes, 16 de noviembre de 2010

PostSecret



En la playa bajo las faldas del faro hace un fuerte viento de Levante. El mar, como siempre en esa zona, está bravo y las olas rompen con fuerza en las piedras de la orilla. Apenas hay gente, un pescador que recoge sus cosas y  una pareja en una roca lejana. En la parte alta, a los pies del faro, se ven pequeñas figuras que contemplan las vistas del cabo.
Es un momento perfecto. El sol todavía caliente comienza a despedirse del día y lentamente, como corresponde a una tarde de septiembre, inicia su descenso sobre el horizonte. Ella, sentada en la arena, feliz y por fin en paz  consigo misma, contempla como se baña el hombre que ama y sin buscarlo recuerda aquellas palabras de él y que no iban dirigidas a ella: “un día veremos juntos como rompen las olas en la laja de Trafalgar”.

Y allí, en ese momento y en ese lugar tan mágico para ella, bajo los poderoso ojos del Faro que tantas cosas han visto y donde tantas historias han ocurrido y donde antes que él se erigía un templo consagrado al dios Juno, se jura a si misma: que ellas sí que verán algún día romper las olas en la costa.

No sabe cuándo ni dónde pero no le preocupa. Seguramente no será allí. Será en otro lugar más lejano. Quizás en el Norte. Tampoco sabe si serán dos o tres viendo romper las olas; seguramente dos, para luego volver a ser tres. Pero eso tampoco le importa.
Lo que sí sabe, es que ocurrirá y que ella estará allí.

4 comentarios:

  1. Los faros conservan la magia del tiempo, tal vez la fortaleza de su piedra tan azotada por las olas y el viento... y hace falta poco para imaginarnos en ellos como vigilias y sentir como rompen las olas en la costa.

    Espero que para entonces estés allí.

    Saludos, Carmela

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  2. El mar, para mí representa la vida; tranquilo y tormentos; apacible y furioso;subiendo y bajando con la luna; con un horizonte que siempre está un poco más allá; origen de toda la vida y seguramente su final. Los faros, sus eternos aliados, siempre ahí, observando y alumbrando,dando la luz necesaria en la oscuridad y testigos mudos de todos los sucesos. Lo que he aprendido de la vida, es que no hay que dejar de soñar y desear. Eso tan simple es lo que mueve el mundo.
    Un beso Marga

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  3. Una preciosa foto y una gran ilusión. Besos

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  4. Leovi, ya a estas alturas, creo que sabes que el mar es para mí, muy importante, forma parte de mi vida, y los faros son testigos mudos y grandiosos de sus secretos.
    Un beso

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