Grabado el deseo en la piel como una caricia breve
que siempre espera más,
con delicia y calma,
segura de ser colmada.
Perenne como el sabor de la almendra,
el sonido del agua
o la luz blanca de cada amanecer.
Tan inquebrantable al tiempo
a la lluvia
al viento.
Ganas de olerte
de lamerte
de besarte.
De rodarte
como goterones de lluvia
por tu piel siempre alerta
y después de un tiempo, sin rumbo ni tiempo,
sumergirme en ti.
Y cuando, al fin,
colmado el deseo,
el ruido se haga
silencio,
descansar mi cuerpo en el tuyo.
Piel contra piel
en un acorde perfecto
de intimidad y pertenencia,
y tan sólo cubierta
por esa agradable sensación
de que todo está bien.
Que rico...
ResponderEliminarSobre todo, lo de lamer, me ha llegado al alma... jajaja
Besos y salud
Tal cual, Genín, tal cual...jajaja
EliminarUn beso!!!
Pues a mi ese final redondo.
ResponderEliminarEs una hermosa manera de descansar.
EliminarUn abrazo.
Con sabor a piel y agua revolviendo sensaciones.
ResponderEliminarUn beso amiga
Todo un mundo por saborear y sentir, como bien dices ;)
EliminarOtro beso amiga.
Acorde perfecto e indestructible que nos transporta al infinito... Un abrazo.
ResponderEliminarY nunca desafina, Darío.
EliminarUn abrazo.
"Todo está bien", parece tan sencillo...
ResponderEliminarBesos, Carmela.
Y que pocas veces se alcanza de verdad, verdad?
EliminarBesos, Blue.
Bello acorde cuando en la intimidad solo habita el amor y las sensaciones se colman llenas de pasión…
ResponderEliminarMe ha gustado Carmela tu perfecta caricia.
Un fuerte abrazo.
Me alegra que te guste, Sneyder, y de nuevo te deseo que disfrutes de tu escapada.
EliminarAbrazos.
Pura delicia cristalina! Besos!
ResponderEliminarBesos, Leovi.
EliminarSegundo intento de comentar. Grabado y perenne, como a fuego... diría yo. Todo está bien cuando es así. Un beso
ResponderEliminarPues en este intento lo conseguiste, :)
EliminarPersistente como la vida misma, eterno.
Besos, uruguaya.