martes, 19 de agosto de 2014

Gades


" />

Anduve por ahí cargada de recuerdos, de errores, de traiciones. También de sueños, de esperanzas e ilusiones. Recorrí tantos caminos. A solas sin nadie, a solas con gente, sin nadie, con gente. Busqué sin brújula un camino, cada vez más alejada del norte de mis latidos, sintiéndome por ello extranjera de los sitios y, peor aún, extranjera  de mi misma. Hasta que por fin comprendí, que es tan grande el mundo y tan desapacible cuando te alejas del íntimo y cálido hueco, que se forma al fluir lo que el corazón siente, que dejé sentir todo lo que en mí enciendes. Y entonces, tirando del hilo del mapa que así se bordó sobre mi piel, tomé rumbo y llegué a un lugar íntimo, apacible y cálido: me alcancé.

3 comentarios:

  1. Siempre queda la esperanza de encontrar otros lugares , otras gentes, otros destinos...
    Besos y salud

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que sí, Genín. Y para ello hay que "ir completa" y con "una misma".
      Besos y salud.

      Eliminar
  2. Muy bonitas, es mejor mirar a lo lejos desde dentro! Besos!

    ResponderEliminar