Una tarde con una suave brisa de sureste, apenas hay unas pequeñas olas que llegan tímidamente a la orilla. El sol hace rato que ha sobrepasado el cenit y empieza a descender a nuestra espalda, quedando de frente a las olas y reflejándose en el agua.
A medida que va descendiendo, va aumenta su reflejo dorado en el agua y hacía el final, comienzan a aparecer tímidos reflejos
verdes, que acabaran haciéndose intensos....
Y de fondo, la hermosa música que
nos regala, como siempre, en
¡Qué maravilla!
ResponderEliminarBesos por la orilla :-)
La luz del sol, el mar, la arena....una hermosa combinación, ;-)
EliminarBesos remojados!! Pilar.
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ResponderEliminarFotografiar las olas en el momento que aterrizan en la arena debe ser parecido a captar el momento en el que el amor sucede....Aquí me armo de belleza para unos cuantos días. Abrazo!
ResponderEliminarSiempre me resulta hermoso ver su movimiento, sus formas infinitas de romper sobre la arena, pero hay momentos perfectos, combinaciones de luz y agua mágicos. El atardecer, la playa casi vacía, el sol bajando y reflejandose, las aguas cristalinas...paz y tranquilidad. Y una belleza que se transmite. Si te llega a ti, me encanta, Vera.
EliminarBicos, muchos.
¡Bien!
ResponderEliminarQue hartá de fotos...
Sinuhe... ¿El egipcio? :)
Besos y salud
ajajaj, jartá, jartá, no creas que no lo pensé, Genín, jajaja y eso que quite algunas....pero me resistía con otras.
EliminarSinuhe...el que és....un buen amigo y su blog, una casa donde gozar la música, ;-)
Besitos y salud.
Apoteotico suceder de olas...
ResponderEliminarCierto Darío, suave, tranquilo y a la vez tumultuoso acontecimiento.
EliminarUn abrazo
Qué regalo gozar de ese mar... Y qué regalo tus fotos, para que gocemos de su belleza .
ResponderEliminarCariños, Carmela
Es hermoso, verdad?, Betina, y un placer para mí mostrarlo y que os llegue parte de su belleza.
EliminarCariños para ti,;-)
Un maravilloso tesoro de agua salada.
ResponderEliminarBesos.
Del atlántico al mediterraneo....
EliminarBesos, Toro.
Hola Carmela, olas como éstas había también ayer tarde en la playa de Karraspio, Lekeitio, al atardecer... Llamaron mi atención!
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Ernesto, he buscado información y fotos de la playa de Karraspio, y es preciosa, una playa maravillosa y su entorno sin duda otra maravilla. Y esa islita, creo que se llama San Nicolás, no?. Un lugar sin duda para conocer.
EliminarEsas pequeñas y frágiles olas iluminadas por el sol que desciende, son realmente preciosas, y cuando te fijas bien, la gama de colores y formas, son todo un espectáculo. Me alegra que las compartiéramos, a pesar de la distancia.
Un abrazo.
Oro puro, tus ojos.
ResponderEliminarMaría Jesús, me alegra verte!! Imagino que andas muy ocupada y atareada en Paradela. ¿Como va esa parra!!
EliminarUn gran abrazo.
Piel de arena me gustaría tener para ir hasta la orilla y recibir la frescura de esas olas. No opondría resistencia, me dejaría llevar, junto con la luz del atardecer...
ResponderEliminarMe alegro que "tus" olas lleguen hasta un lugar tan alejado como mi rincón de blues. Y la música es de quién la siente... Por eso me gusta compartirla.
Buen fin de semana!
Un Abrazo.-
Que bonita imagen, Sinuhe, "piel de arena". Si que estaría bien, verdad?. Ya sabes que por acá no está lejos tu casa, y me encanta sentarme en ese reservado (hola!! vecina de mesa, jajaja, ya sabes a quien me refiero) para disfrutar de la música que siempre nos regalas. Sobre todo, al amanecer, aunque sea más bien música de noche, pero ya sabes que es cuando más disfruto de estos pequeños viajes por las casas amigas.
EliminarUn abrazo, Sinuhe!
El agua mansita de la orilla, en esa sucesión de pequeñas olas, como caricias suaves. Un beso
ResponderEliminarexquisitas y maravillosas pinceladas de agua!
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