Se aprende lentamente
y mientras, la vida,
pasa velozmente.
Puertas abiertas
y cerradas por la ausencia,
abrazos en la noche
perdidos en la almohada
y eterno el deseo
bordeando la herida
y siempre deseando
entregarse entero.
Y aun así,
se aprende lentamente
a no dejar de perseguir
los sueños y
sobre todo, y más importante,
a seguir amando
profundamente a la vida.
Y no es una proeza
ni tampoco una torpeza
sino la limpia aceptación
de que cuando llega
llega, y sin haberlo elegido
nos toca y nos eleva
Y lo aceptamos
y vivimos
navegando juntos
por distintos
mares
o nos rendimos y elegimos
ser eternos pasajeros
sin ningún destino.
Si.
ResponderEliminarSe aprende así.
Con una lentitud desesperante.
Besos.
A menudo, la carrera de la vida y nuestro propio tiempo van descompasados.... pero no hay otra.
EliminarBesos, Toro.
Como dijo el poeta: "Sin velas, desvelada/ y entre las olas, sola"
ResponderEliminar"Y al fiero mar te arrojas", si te digo la verdad, siempre me pareció un poema tristísimo.
EliminarUn abrazo
No, rendirse, nunca es una opción para mi... :)
ResponderEliminarBesos y salud
No te veo rindiéndote, la verdad...
EliminarBesitos y salud.
Profundas palabras, dulces y certeras, que con claridad dibujan el paso por esta vida...
ResponderEliminarLa fotografía preciosa. De tu mejor cosecha.
Lo de "solas solas...", no acabo de cogerle el punto... No encuentro soledad en nada. Ni en la ola ni en la vida. Me consta que quieras decir algo con ello.
Un gran abrazo, Carmela.
Hola Ernesto, me alegra que te guste la foto. Una tarde rara, gris de fondo pero unos matices de luz en el mar increíbles :)
EliminarSi, algo quiero decir, siempre "decimos algo" que no siempre es lo que lee otro, pero eso es lo mágico de las palabras. Y a veces, hay olas, que surcan solas los mares,.....pero lo surcan.
Abrazo grande, amigo.
Y....
ResponderEliminarEs que los sueños son esas gotas
Sutiles y efímeras
Pero llenas de esencia
De las que se conforma la ola
Brisa tibia
Que moldea el silencio
Y procura sustento
En el último aliento.
Un abraz✴
Y hermosas tus palabras, AtHeNeA. Sentimientos hechos olas.
EliminarMi abrazo para ti.
Carmela, el pasaje de la vida es veloz, pero el aprendizaje lento... no hay que dejar de seguir los sueños, besos
ResponderEliminarLos sueños nos dan la fuerza para seguir el rumbo y atravesar los mares, cuando la calma hace lento el navegar.
EliminarUn beso, Abril.
Las olas, y el mar; siempre causan en mi una especie de tristeza que me gusta sentir. Quizá sea porque me recuerdan que la vida nunca se repite, hoy ves la ola perfecta, la que te hace llorar; mañana sólo es agua llevada por los vientos. Maravilloso poema. Me empieza a influenciar mucho tu blog, pero sin duda mis entradas favoritas son esas en las que retratas tanto en fotografías como en letras a la mar. ("la mar" porque como siempre me gusta decirlo, para mi es una mujer) Saludos.
ResponderEliminarSi hay algo que me fascina del mar, de la mar, es que nunca es igual, sus continuas formas y su eterno movimiento, sus colores tan variados y tan impresionantes, su "vida", su magnetismo y su fuerza. Una inmensidad en continuo movimiento, un mundo llenos de mundos....podría llenarte una página de todo lo que me atrae y me atrapa pero creo que te aburriría :)
EliminarCreo que todos los sentimientos que podemos sentir tienen su propio lenguaje en la mar. Y esa tristeza de la que hablas, para mí sería, quizás melancolía, quizás la sensación de la fugacidad de todo, del continuo cambio en el que vivimos, no sé, pero si algo me quita el mar, la mar, es la tristeza. Me la cambia por calma, por plenitud, por sosiego aun en los días de mayores tormentas y oleajes.
Un abrazo.