Leer.

Danza en el viento la fragancia de tu piel

y su aroma estremece mi cuerpo.

Y qué decir, o cómo describir lo que siento, 

cuando son tus dedos furtivos

los que recalan habilmente
sobre mi cuerpo.

Quizás si dijera, vértigo,

ansia, anhelo, embriaguez, locura o

incendio,

o tal vez otras, cómo fulgor,

ciclón, 

mareas

o vientos,

podría aproximarme a ello.

Aunque no, yo sé bien

qué ninguna de ellas,

ni todas juntas,

ni ninguna otra 

nombrada alguna vez

sobre la redonda tierra,

podría describir lo que siento.

Y qué más da, si yo sé, 
y lo sé porque lo siento en mi cuerpo,

que el tuyo,

tu cuerpo,

es capaz 

de leer-lo que siento.