Cómo
hacer?
cómo?
la
sangre roja
ruge
por las venas,
los
ojos secos,
la
vida apenas sostiene una sonrisa
un
ansia
un
querer,
y
no hay otra,
no
hay otra manera de encarar
de
ser
de
estar,
y mi cuerpo cobarde
solo
quiere llorar,
desaparecer.
Dónde
la fuerza
para
ser,
estar.
Dónde?
Debemos luchar hasta con la desgana de uno mismo, pero a veces es una tarea ardua.
ResponderEliminarA veces no queda fuerza.
EliminarTienes razón, Ilduara, aunque haya momentos en que parece que no queda fuerza, pero si, hay que luchar.
EliminarGracias.
Ahí dentro de ti ( de todos) aunque ya sabes a veces ni la "vemos"
ResponderEliminarTe dejo un trocito de texto que justo estaba leyendo de Las palmeras salvajes de William Faulkner, , sin que pueda tener que ver nada , aparentemente con tu texto , creo que puedes entender porque te lo pego
No es que pueda vivir, es que quiero. Es que yo quiero. La vieja carne al fin, por vieja que sea. Porque si la memoria existiera fuera de la carne no sería memoria porque no sabría de qué se acuerda y así cuando ella dejó de ser, la mitad de la memoria dejó de ser y si yo dejara de ser todo el recuerdo dejará de ser. Sí, pensó. Entre la pena y la nada, elijo la pena.
Un abrazo grandote
Un texto que me supo a gloria, MaRía, Y como te dije por correo, Entre la pena y la nada, elijo la pena.
EliminarGracias por enlazármelo, y por estar y ser como eres. Como te conté, en el blog soy visceral y me sirve de desahogo de lo que siento y si es pena, es pena, y si es alegría es alegría.
Otro abrazo grande.
En tu interior. Aunque no lo creas ahora, tu propia fuerza surgirá del fondo de ti y te amarrará a la vida. Tú amas la vida, Carmela. Siembras belleza y tu sensibilidad lo mismo te hace estar en lo más alto como en un pozo. Pero yo sé que eres fuerte y superarás todas las trabas que ahora te tienen baja de ánimo. Son momentos, Carmela. La vida te compensará después, que no te quepa duda.
ResponderEliminarUn grandísimo abrazo
Gracias Isabel, lo sé, se que está dentro aunque haya momentos en que esa fuerza desaparezca y no se vea salida al dolor, porque no es algo que de momento pueda asimilar. Lo que a mí me ocurre, puedo normalmente con ello, pero la enfermedad y el dolor de alguien a quien se quiere tanto, es difícil de asimilar y hay momentos en los que me hundo y lo plasmé tal cual.
EliminarGracias por tus palabras y un abrazo.
Un abrazo muy fuerte y para delante.
ResponderEliminarGracias, Teresa, en eso estoy.
EliminarUn beso.
No puede ser fuera de uno.
ResponderEliminarBesos.
Realmente está dentro de una, Amapola, pero hace mucho también la gente que te rodea de verdad en esos momentos.
EliminarMuchos besos.
Lo siento mucho Carmela.
ResponderEliminarUn abrazo gigante para ti.
Besos.
Gracias, Toro.
EliminarUn abrazo para ti y tú niño.
Vamos amiga, alguien como tu que es capaz de sacar esas fotos impresionantes, sale de todo con bien, solo es cuestión de tiempo, de aguantar a pie firma, adelante que el tiempo estará de tu parte... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Gracias Genín, aunque en esta ocasión el tiempo no está de mi parte.
EliminarBesos y salud.
Carmela ¿qué pasó?
ResponderEliminarBlue acabo de escribirte. Sólo que está bastante peor.
EliminarBicos.
Hola Carmela!!!
ResponderEliminarAhí está la fuerza, en ti, bien adentro y arraigada, pero a veces cuesta encontrarla y agarrarla lo suficiente para sacarla con todas las garras. Por cierto, unas fotos impresionantes.
Besitos
Gracias, FG, por tus palabras y por estar.
EliminarUn abrazo grande.