resurge en algún momento
espuma blanca
y éstas, las que hoy mojan mis pies
y acarician mi alma
quizás algún día
refresquen tus orillas
y alegren tu vida
Y en el mientras
sigue la vida
las mareas
las olas
las huellas sobre la arena
el capricho del tiempo
la presencia del destino
y el camino escogido
Y un deseo
un anhelo
unas ganas locas
de que no cese nunca
la seducción
del agua
del asombro
de la esperanza
Eso es.
ResponderEliminarQue no cese nunca.
Cada día el mar es una fiesta de la belleza.
Besos.
Y cada día hay que celebrarlo, Toro.
EliminarBesos.
Hoy me iría ahí contigo :)
ResponderEliminarPrecioso.
Besos y feliz fin de semana, Carmela.
Y yo encantada, Celia, ya lo sabes :)
EliminarMuchos besos y buena semana!!
La seducción, que palabra tan bonita y tan importante en nuestras vidas... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Tú eres sabio, Genín.
EliminarBesos y salud.
El mar tal como tú lo presentas me resucita.
ResponderEliminarMaravillosas fotos.
Me alegra que sea así, Ilduara.
EliminarUn beso
Imágenes y palabras rivalidan en naturalidad y expresión… Ambas dicen, o más bien fluyen por ese cauce que, al ser humano, le cuesta entender. Las cosas son! Aceptarlas como “son” suele ser la esencia de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmela. Buen domingo.
PD: En esta ocasión el mar denota cierta serenidad… ¿Acorde con la realidad?… Posiblemente!
La verdad Ernesto, que esa mañana, el mar, incluso con sus fuertes olas y las nubes que le coronaban, desprendía belleza y serenidad. Mi realidad lejos de la serenidad, pero cómo bien dices, hay que aceptar las cosas, como son y como vienen. El mar me trasmite esa serenidad y tranquilidad necesaria.
EliminarUn abrazo.
El mar, la mar... junto con tus letras. La seducción del agua nunca cesará. Saludos.
ResponderEliminarHola Mara, me alegra verte de nuevo por aquí. Eso creo yo, la seducción del mar núnca acabará, al menos para quienes lo disfrutamos.
EliminarUn beso.
Maravillosa seducción. Un abrazo.
ResponderEliminarSí que lo es, Teresa.
EliminarMuchos besos.
Algo tiene el agua cuando la bendicen.
ResponderEliminarBesos.
:)
EliminarLa del mar nos bendice a nosotros.
Un abrazo, Macondo