Y ocurre ese tiempo
-suficientemente largo-
para que la marea deposite
después de la tormenta
toda la sal de aquél naufragio.
Y es entonces, cuando
-desde la quietud de la orilla-
puede observarse
el alcance de la tormenta
y la
marca que quedó
grabada en la arena.
Las tormentas siempre dejan huella.
ResponderEliminarUna música muy oportuna para después de la tempestad.
Por cierto hoy tu imagen me ha recordado a la que tengo en la cabecera del blog, me da alegría porque se parece que progreso adecuadamente.
Así es Tracy, siempre dejan huella. El tiempo permite observar la trascendencia de ese naufragio :))
EliminarTu cabecera es preciosa, y te lo digo de corazón.
Un beso.
En la quietud y el silencio se encuentra la verdadera perspectiva.
ResponderEliminarMuy bonito, Carmela.
Feliz Día de la Poesía :)
Un beso.
Así es Rosa, es necesario, tiempo, quietud y silencio para ver el verdadero alcance.
EliminarMe alegra verte.
Muchos besos.
La calma que viene después de la tempestad no placentera, sino la constatación de sus consecuencias.
ResponderEliminarBesos.
Siempre hay consecuencias... desde la quietud y el silencio, nos toca ver cual es su alcance y si es positivo o no.
EliminarUn beso, Macondo
Muy bonito.Esa marca después del naufragio...Me hace editar tanto!!
ResponderEliminarBesucos
Gó
Gracias Gó, y sí...esa marca...
EliminarBesos, muchos.
Hay marcas que nunca se borran y pasan a ser cicatrices en el corazón.
ResponderEliminarYo tengo unas cuantas.
Un beso querida Carmela.
Pero siempre hay una....que es la cicatriz.... verdad?
EliminarUn beso, Manel!
Que necesarias son las tormentas para conocernos realmente.Se me vino a la mente la escena del Teniente Dan (Forrest gump) :) . Saludos!
ResponderEliminarLa verdad Ulises, es que estoy completamente de acuerdo contigo :))
EliminarUn beso
Dame tormentas de mar
ResponderEliminarsiempre dejan algo bueno
no como las tormentas de arena
que nos rompen más allá de la piel
besitos y buen finde !!
Un algo bueno entre espuma y sal :))
EliminarBesitos, María.
Tras un naufragio lo verdaderamente importante es mantenerse con vida, volver a embarcar y no encallar, observando la estela que queda a nuestro paso.
ResponderEliminarUn beso, Carmela.
Aunque a veces cueste :))
EliminarUn besazo Ilduara.
Precioso canto. Las tormentas dejan huella en l aplaya y en el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo y por un viernes feliz, en islas salvadas del naufragio
Si que las dejan Albada.
EliminarCon retraso, pero con las mismas ganas, te deseo un buen martes :))
Besos.
Las tormentas de mar son emociones intensas, que agotan, pero después de esas revolcada de olas. Se vuelve a nacer con una diferente mirada y sentir.
ResponderEliminarMe gusto tu post.
Besos.
Un buen revuelco de olas jajajaa tienes toda la razón Marisa, toda!
EliminarMil besitos
Hola, Carmela.
ResponderEliminarQué blog tan bonito tienes, lleno de mar y poesía.
Me voy a pasear un rato, con tu permiso.
Besos
Hola Paloma y perdona el retraso en darte la bienvenida, por supuesto pasea todo lo que quieras. Estás en tu casa :))
EliminarUn beso
La quietud de la orilla lo arregla todo, el caso es tener valor para ir a buscarla. Abrazos.
ResponderEliminarUn valor que casi siempre tiene su fruto, pero dices bien hay que tener el valor necesario para volver.
EliminarUn beso Xan.
Muy bonita. Un beso.
ResponderEliminarUn besazo Teresa
EliminarMagnífica imagen, así como tus letras que engalanan perfectamente tan hermosa escena…
ResponderEliminarToda tormenta deja huella, de la misma manera que la calma nos deja su dulce halo…
Un placer de post, querida amiga.
Abrazo grande, y feliz tarde 💙
Me alegra que te guste la imagen Ginebra. Y sí, un dulce halo... :))
EliminarMuchos besos y buen martes!!
Tiempo y distancia para observar lo que pasó.
ResponderEliminarBesos.
La mejor receta, o mejor dicho, la única receta.
EliminarBesos, Toro.
Es esencial que el tiempo pase, para todo... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Tan sabio como siempre :))
EliminarBesos, Genín.
Como todo en la vida, cada paso deja su huella,en la arena,en la tierra,en el cemento, aunque no se vean están,y forman parte de nuestra historia. El tiempo pone color y fuerza a cada huella.
ResponderEliminarPreciosa la imagen, preciosos los versos!
Un besito!
Toda la razón en tus letras Luna. Y sí, el tiempo colorea y nos da fuerza :))
EliminarMuchos besitos!
que belleza esa foto! OPACA LO DEMÁS Y NO DEBERÍA PERO BUeNO, ESE RESPLANDOR...
ResponderEliminarGracias JLO
EliminarUn beso!
Me has dado esa calma... tus versos y tu imagen.
ResponderEliminarMil besitos para tu noche, Carmela ♥
Me alegro....
EliminarMuchos besos.
La fotografía es preciosa. El poema, sal y arena.
ResponderEliminarFuerte abrazo Carmela.
Gracias Ernesto.
EliminarY sí, sal y arena :))
Fuerte abrazo
Justo lo que espero aquí, a tres jornadas del puerto, aunque el tiempo haya anclado quién sabe dónde. Sin embargo creo que no es necesario que acontezca, mientras las olas sigan llegando así...
ResponderEliminarPD: Mi gato me mira, y no dice nada. El también sabe de blues...
¡Un abrazo, Carmel!
Tu gato, tu querido gato, es tan sabio como tú.
EliminarOlas y olas que no dejen de llegar :))
Un fuerte abrazo mi querido amigo!
Ufff y esa luz!
ResponderEliminarY palabras de arena y mareas.
Me quedaría un ratito más pero es lunes y no me dejan.
Besossssssss
jajajaja qué malos son....ya les diría yo jajaja
EliminarBesazo, Marga.
Al final parece que las mareas son las que deciden...
ResponderEliminarBesos.
La marea nos trae la consecuencia de la tormenta :))
EliminarMe alegra verte Amapola!
Un beso
Preciosa imagen acompañada por unas bonitas palabras. me encanta, Carmela!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Jordi!!
EliminarUn abrazo.
Grandiosa!!! Me quedo sin palabras viendo este paisaje.
ResponderEliminarUna gran foto.
Un abrazo.
Gracias Isabel, y bienvenida a esta casa que ya es un poco tuya :))
EliminarUn beso
Hasta el color de la fotografía me expresa el tiempo,la distancia y el dejar cicatrizar...
ResponderEliminarEse tiempo suficientemente largo como para ver toda la marca :))
EliminarUn beso, Carmen.