Refugio

En el fondo del corazón tengo escondido un refugio donde se cobija -entre temblores y sueños de delfines azules- un hermoso recuerdo: tu recuerdo.

Un recuerdo -el tuyo-, silencioso y sereno, que permanece tranquilo y se encuentra acomodado y contenido, por la callada ternura. Pero todo esto cambia cuando suena en el aire una hermosa canción: “Blue in green” 

 Miles Davis, Blue in green

Y es que ya desde el principio, cuando suenan esas suaves y serenas notas del piano de Bill Evans, tu recuerdo se va despertando lentamente en mí, hasta que de repente, al entrar la trompeta -alta y limpia, melódica y triste- de Miles Davis,  se desborda

y me inunda, 

y me cubre de tal manera que siempre pienso que me ahogaré en ti.

Y entonces sé que debo alejarte, desterrarte de mi mente y no volver a pensarte. 

Vano y pasajero pensamiento porque enseguida llega ese sonido sublime que surge desde el saxofón de John Coltrane, y bajo la sensualidad inherente de cada nota que suena, vuelves a crecerme dentro para, de nuevo y bajo el piano sereno de Bill Evans,  acomodarte en ese tu rincón del refugio escondido, que existe en mi corazón.