A través de la ventana escapo, me dejo ir, me deslizo en ese otro mundo que asoma sutilmente en el horizonte.
A veces, cuando esto ocurre, recuerdo aquellos viajes en los que me perdía en tu cuerpo y entonces todo se borra, todo sobra, solo estamos tú y yo, y entre ambos, el placer.
Cada mirada ve algo diferente aun siendo la misma ventana, y es que no miramos, vemos lo que sentimos. Unos abrazos
ResponderEliminarMe gusta lo que dices, Ester.
EliminarBesos!!
Cuando dos se aman, todo lo demás sale sobrando.
ResponderEliminarMe encantan las ventanas y las puertas y estas que nos has regalado están divinas.
Besos de anís
No sé por qué puertas y ventanas, tienen tanta atracción sobre nosotros pero es así, a mí también me encantan.
EliminarBesos, Sara
Desde fuera son como una curiosidad por el misterio del interior. Desde dentro como el ojo del voyeur o el de la alcahueta vieja de la cortina. Desde tus ojos una entrada en la nostalgia y una inspiración a la poesía.
ResponderEliminarUn beso.
Con no ser la alcahueta de la cortina me conformo jajajajajaj es broma, Chema, pero es verdad son poderosos imanes que en una u otra dirección nios atraen fuertemente. Un beso grande Chema
Eliminar¡Ventanas!
ResponderEliminarEse espacio que, cuál moneda, abarca dos caras. Dos miradas...
La primera ventana que dejó huella en mí, 40 años atrás, fue una situada en un chaflán, esquina redondeada, al viajar de madrugada por unas calles de Teruel camino de quién sabe dónde.
Ya llevaba horas de viaje en furgoneta...
Fueron apenas unos instantes lo que duró aquella visión. Aquella ventana con las contras abiertas. Iluminada la esquina por un pequeña bombilla sobre ella...
Aquella imagen, aquel momento en la soledad de la noche supuso para mí una especie de hogar... ¡Mi hogar! Mis cuatro paredes, mi cama, mi espacio, mi mundo...
La recuerdo hoy, la visualizo ahora como si volviese a pasar delante de ella. Y revivo siempre aquella sensación de amparo. En aquella noche turbulenta de lluvia y viento.
He utilizado, amiga, tus ventanas para dar cabida a esta mía... :))))))
Y no! Tras aquellos cristales no había un "...solo estamos tú y yo, y entre ambos, el placer."
Gran abrazo Carmela.
Pues. si que te marcó aquella ventana que tan bien recuerdas y si su recuerdo es el del amparo, todo está bien y si tras ella encontrabas tu mundo, pues mejor aún. Un buen recuerdo. Y bueno, el placer, puede ser de muy diversa naturaleza, no solo el placer del cuerpo es el que existe entre dos personas :))
EliminarUn abrazo grande, Ernesto
Esos ojos de las casas... recuerdo la mi cuarto cuando era un niño... veía asombrado el mundo.
ResponderEliminarBesos.
Me gustaría mirar desde afuera y ver a ese niño de ojos asombrados. Aunque muchas veces lo dibujas con tus palabras.
EliminarUn beso, Xavi
Una ventana al deseo, a la libertad de los cuerpos, a la eclosión de la pasión.
ResponderEliminarUn beso.
soy Ilduara.
EliminarUna ventana que también es una puerta abierta a todo ello :))
EliminarUn beso, Ilduara
Y la ventana más amplia es este tu blog donde vislumbramos la belleza de los paisajes, de la música y por supuesto de tus letras.
ResponderEliminarBesos dulces Carmela y dulce otoño.
Una ventana que me permite conocer a gente tan maravillosa como tú
EliminarOtro beso para ti
Igualmente, un placer.
EliminarUn beso dulce más.
Hay ventanas, que excita la curiosidad. Algunas están abiertas y se puede ver lo que hay a través de ellas. Otras permanecen cerradas y no hay forma de saber lo que se oculta adentro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y todas atraen.
EliminarUn beso
ResponderEliminarTengo la mania de fotografiar ventanas, esta mañana sin ir más lejos he hecho la última, sobre todo si tienen algo que no es muy normal. Pero cuando son ventanas habitadas según donde siempre hay una historia imaginada.
Besos.
Imaginar vhistorias, crear historias es algo que me encanta hacer en mi cabeza :))
EliminarUn beso, Erik
Una figura poética que uso frecuentemente (si se puede llamar así), es la que habla de la ventana de los vientos favorables. Aquella que se me antoja que siempre mira al sur.
ResponderEliminarUna hermosa ventana ésa, Ricard, y claro que tenía que mirar al Sur, siempre al Sur.
EliminarMe encantan esos vientos favorables.
Un beso
Abrir las ventanas para que entre la luz, el alma, la vida
ResponderEliminarAbrazo
Siempre, Ángel.
EliminarUn beso
Muy bonitas tus palabras Carmela. Cuando encontramos la ventana que buscamos, ¡solo queremos escapar al otro lado y disfrutar de todo lo que nuestros ojos ven y nuestro cuerpo siente!...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Gracias, Albino.
EliminarUn fuerte abrazo
Cada ventana nos lleva a un paisaje deistinto con sus peculiaridades. Yo, que también soy de perderme por cada uno de esos huecos maravillosos, he disfrutado con tus fotografías y tu bello pensamiento. Y es cierto, al final cada ventana termina por llevarnos a otros tiempos, a otros espacios...
ResponderEliminarFuerte abrazo, Carmela.
Y qué tendrán esos huecos para atraernos tanto y para despertar tantos sentimientos diferentes.
EliminarVentanas y puertas....huecos hacía otros mundos y otros pensamientos, reales o imaginarios :))
Un fuerte abrazo, Joaquín