A través de la ventana escapo, me dejo ir, me deslizo en ese otro mundo que asoma sutilmente en el horizonte.
A veces, cuando esto ocurre, recuerdo aquellos viajes en los que me perdía en tu cuerpo y entonces todo se borra, todo sobra, solo estamos tú y yo, y entre ambos, el placer.
Cada mirada ve algo diferente aun siendo la misma ventana, y es que no miramos, vemos lo que sentimos. Unos abrazos
ResponderEliminarMe gusta lo que dices, Ester.
EliminarBesos!!
Cuando dos se aman, todo lo demás sale sobrando.
ResponderEliminarMe encantan las ventanas y las puertas y estas que nos has regalado están divinas.
Besos de anís