Aromas de otoño,
suspiros
de mariposas amarillas
que
son bálsamo para el alma
y arranca la melancolía.
Indicios,
retazos,
sonidos
que reclaman encarar la vida.
Viento
que arrastra las sombras
agua
que todo lo lava
y
fuego que purifica.
Bandadas
de pájaros
que
siempre avanzan,
tu
vida que sigue
la
mía que anda
la
boca muda
el grito de la vida
el grito de la vida
Llena de vida esta poesía revoloteando. Un beso.
ResponderEliminarComo esas mariposas, Amapola, :)
EliminarUn beso
Enhorabuena. :)
ResponderEliminarOtro beso, Amapola.
EliminarEs muy linda. Saludos.
ResponderEliminarHola Teresa!!, y bienvenida por estos lares. Tu tierra, la extremeña, me gusta mucho, :)
EliminarUn beso
Delicioso poema. El otoño siempre trae un aire de melancolía. Las hojas se amontonan por las calles como si parte de la vida se despidiese y nos anunciara alguna perdida, pero sabemos que la vida sigue su curso y pronto vendrá la primavera.
ResponderEliminarUn abrazo
Es cierto que el otoño, huele y sabe a melancolía, pero sabes?, es una estación que me encanta. La, en cierta medida, monotonía del verano, da paso a muchos cambios, de todo, de luz, de colores, de aromas....que me encantan.
EliminarUn abrazo, María
:))
ResponderEliminarBesos y salud
Hola petardo!!, :-)
EliminarBesitos y salud.
Asi se puede, en ese paisaje es fácil jugar con mariposas y escuchar la vida...
ResponderEliminarUn beso revoloteo
La verdad que si, Marga, invita...
EliminarBesos revueltos.
Todo pasa, discurre como el agua, como las estaciones...Un beso
ResponderEliminarPasa, y..... vuelve a llegar.
EliminarUn beso, uruguaya
Todo nos empuja a la vida... Un abrazo.
ResponderEliminarAunque a veces no lo veamos, pero si.
EliminarUn abrazo, Darío
Contemplativas y profundas tus palabras, Carmela. Por cierto, "las mariposas amarillas" me traen a la mente "Cien años de soledad", aquel personaje, Mauricio Babilonia si no me falla la memoria, que iba envuelto en mariposas amarillas.
ResponderEliminarHas hilado unos versos lleno de belleza, ¡felicidades!
Un besazo.
Así es Isabel, desde que aparece por primera vez en la obra, siempre va acompañado sin explicación aparente ninguna por esa nube de mariposas amarillas....hasta el día de su muerte, :)
EliminarSi te gustan, me alegra.
Un beso, Isabel
Ah, la foto, guapa, como siempre.
ResponderEliminarOtro beso, ¡hala!
jajaja otro beso, para ti.
EliminarTambién mariposas rojas...
ResponderEliminarRojas y con lunares blancas...me encantan!!
EliminarUn beso, María Jesús.
Aquí las mariposas se suicidaron.
ResponderEliminarBesos.
Pues vente pá el sur....
EliminarUn abrazo, Toro
Tu vida que sigue
ResponderEliminarla mía que anda
...
Me gusta mucho eso.
Besos.
Y qué distinto es....
EliminarBicos, Blue
pura delicia...! Besos!
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