-tan lejos-.
Y de fondo el viento.
Y cerca un deseo profundo: la elocuencia de una mirada limpia bañada por las mareas y desnuda de palabras equívocas.
Y en el cuerpo únicamente y, como velas, las constelaciones que dibujó la vida.
Y después, de nuevo el viento.
Y la sombre de esa preciosa tela... .)
ResponderEliminarBesos y salud
Realmente hace una sombra deliciosa, Genin, ;-)
EliminarBesitos y salud.
Y otra vez y siempre el viento...
ResponderEliminarSiempre, Darío, siempre.
EliminarUn abrazo.
Oh! Fuerteventura? Tenerife? O quizás el Sáhara? :D
ResponderEliminarPodrías, ser, verdad?, pero en esta ocasión es Cádiz, ;-)
EliminarUn beso, Lau.