Cuando alcanzamos por fin el corazón de la tierra
-ese lugar donde nos reconocemos
y somos,
donde el único sonido que habla es nuestro propio corazón
ajeno al bullicio del mundo,
donde podemos dejar escurrir las
sombras entre los dedos
y vernos desde el otro lado del
espejo-,
lo único posible y verdadero
es quedarnos para siempre y desde él exponernos.
Y porque es reconfortante saberte
y es hermosa la deliciosa sensación
que me provocas,
tratar de llenar el espacio que
queda hasta tu
propio espacio,
hasta tu hueco,
llenarlo de pedacitos dulces
de memoria compartida
de guiños cómplices
de susurros suaves
e inventar un lenguaje único
que responda al temblor de nuestros
cuerpos,
y ahí, enlazar nuestros dedos
echando raíces.
y ahí, enlazar nuestros dedos
echando raíces.
:)
ResponderEliminarBesos y salud
Besitos y salud, Genín :)
EliminarEstás sembrá!!!!!
ResponderEliminarCada poema tuyo luce más que el sol.
Besos.
Esa expresión te ha quedado muy de estas tierras :))
EliminarSi te gusta me alegra.
Besos soleados y tempraneros.
El corazón de la guerra está en el alma del canimate que la pisa, siente, acaricia, riega, abandona, conquista, trabaja.....sueña.
ResponderEliminarUn abrazo de luz Carmela
El caminante que pisa la tierra y la siente y la sueña....está en su corazón, eso pienso yo :)
EliminarUn abrazo, Athenea!!
Percibo un delicioso poema erótico Carmela. Exquisitamente escrito. Las metáforas son tan bellas y femeninas que, solo nos debemos dejar llevar por la imaginación.
ResponderEliminarMuy bello....Dejo para ti todos mis mejores deseos de prosperidad y ventura para el 2016.
Gracias Taty por tus palabras y me alegra saber que te ha gustado y que lo has "leído" de mujer a mujer.
EliminarComo te he dicho en tu casa, deseo que la actividad que emprendes te vaya muy bien y espero tu regreso.
Te deseo lo mejor para el 2016.
Un beso.