Y
la vida se vuelve un paisaje imposible
algo
se quiebra
se
desordena el mundo
cuando
el sonido no alcanza
la
mudez de la palabra
y
aparecen al mismo tiempo
espacios
diferentes
uniéndonos
y separándonos
y
es necesario inventar un lenguaje
para
oír al silencio
porque
no hay soledad más terrible
que
la de no oírse a uno mismo
y
con trazos leves
ingenuos pero
precisos
dibujo
en tu mirada
laberintos
de agua
que
entonen
deliciosos
susurros
que
rescaten
el
sonido
perdido.
¡Con este poema te has superado a ti misma! :)
ResponderEliminarBesos y salud
Si a ti te gusta para mi es suficiente :))
EliminarBesos y salud, Genín.
Todavía me oigo.
ResponderEliminarY me hablo.
Aún no todo está perdido.
Besos.
No, no lo está. En absoluto. Y me alegra mucho saberlo.
EliminarBesos!!
Oírse a uno mismo, aunque sea simplemente el susurro del silencio que grita para decirnos que estamos vivos.
ResponderEliminarPreciosa entrada. Tienes una sensibilidad exquisita.
Así es, Ilduara, mientras nos escuchemos estamos vivos y existe esperanza y podemos aspirar a que nos escuchen y sobre todo sabremos escuchar a los demás. A veces cuando creemos que nadie nos escucha, o simplemente alguien que querríamos que lo hiciera, nos encerramos en ese circulo de pena y pensamos que no hay nada más.
EliminarMe alegra que te guste y gracias por tus palabras :)
Qué hermoso y terapéutico :)
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana, Carmela.
Gracias, Celia, me alegra que te guste y lo veas de esa manera
EliminarBesos y buen fin de semana para ti.
Me encantó "inventar un lenguaje para oír al silencio", muy grande Carmela.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Xan, me alegra que te guste.
EliminarUn abrazo.
Muy lindo. Buena tarde.
ResponderEliminarBuena tarde para ti, Teresa y gracias.
EliminarBesos.
Los laberintos de agua son como los de la vida. A veces parecen revueltos pero en realidad tratan de indicarnos, si sabemos entender, que tal vez lo que vemos no es lo que parece.
ResponderEliminarDe ahí que el paisaje, conocido, se quiebre y parezca imposible. De ahí que haya que inventar nuevo lenguaje, o recordar el antiguo, de cuando sabíamos, para oírnos de nuevo.
Imagen y palabras con vida propia.
Un abrazo, Carmela
Me encanta como "lees" siempre mis palabras, Ernesto, de verdad.
EliminarMe alegra verte, ya lo sabes.
Un abrazo!!
Satisfacción compartida.
EliminarBueno amiga mía, es que los laberintos del agua, la imagen, son como los que viví de niño en Ibiza..., ayer! Y de los otros, los de la vida, voy saliendo ya. Cada vez el agua, de la vida, más clara. Siempre lo estuvo, ¡siempre lo está, pero no siempre lo vi.
La travesía del desierto, para acabar, de forma natural, en el punto de partida, es una escuela por la que pasamos todos. Imprescindible para terminar descubriendo que no hay desierto ni travesía, ni partida ni llegada, ni tan siquiera "sujeto" que vaya o venga. O llegue a conclusión alguna! jajajjajaja...
¡Pero esto ya es otra historia!
Buen finde, Carmela.
Espectacular como has logrado oirte a ti misma, me encantaron tus palabras, besos
ResponderEliminarEs algo que no debemos dejar de hacer nunca, Abril. Escucharnos y escuchar :)
EliminarUn abrazo!!
Espectacular como has logrado oirte a ti misma, me encantaron tus palabras, besos
ResponderEliminarMás besitos, :)
EliminarA ratos a mi sí que ne gustaría no oirme a mi misma, besos.
ResponderEliminarQué agua más fresca la de la imagen!!
jajajaja Amapola, tienes unos golpes buenísimos!!
EliminarUn beso.
"porque no hay soledad más terrible
ResponderEliminarque la de no oírse a uno mismo"
Me quedo bailando con la profundidad e tus versos, de la mano de la reflexión y los momentos vividos.
Un abrazo
Para mí es así Athenea, es la peor soledad. Me alegra que te guste.
EliminarUn abrazo!!
Felicidades porque con tus palabras demuestras haber recuperado el sonido perdido y haberte escuchado a ti misma.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmela.
Gracias, Macondo :))
EliminarUn abrazo
Bello poema, logrado en su profundo sentimiento.
ResponderEliminarmariarosa
Hola Maria Rosa, bienvenida. Me alegra que te guste :))
EliminarMomentos que pasan, está en nosotros que no se perpetuen. Un beso
ResponderEliminarMomentos que pasan, está en nosotros que no se perpetuen. Un beso
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