La cárcel del amor es más fácil de llevar si se conoció el desenfreno del cuerpo y alma del amado que nos demuestra que la libertad existe para destrozar rejas y celosías que nos colocan a las plantas del amor renovado.
Para mí, el amor que se siente, no puede ser recluido en ninguna cárcel, ninguna reja puede detenerlo. Diferente son las rejas y barrotes que nos asfixian cuando amamos pero sabemos.
Qué me gustan esos abrazos entre nuestras orillas :))
Es que el corazón sabe lo que la razón no quiere ver (había un dicho parecido) Y es así... no se puede ir en contra de lo que uno siente, desde el amor hasta el dolor. Precioso como siempre Carmela! Un besazo!
Es "El muelle de Río Tinto", que si te fijas bien, recuerda a una Torre Eiffel posada horizontalmente sobre el mar, (fue construida siguiendo las directrices de la escuela de Gustav Eiffel) es un imponente muelle, construido en madera y hierro, que se adentra en la Ría de Huelva durante cientos de metros. Se construyó en 1876, no con el objetivo de transportar las miles de toneladas de mineral que se extraían de las Minas de Río Tinto.
A veces, la única opción válida, es ignorar lo que sabemos y guiarnos por el corazón. y eso implica, valentía. La otra opción, es quedarse entre los barrotes. Yo tambien lo tengo claro, :)) Gracias, Manel. Un besazo.
La cárcel del amor es más fácil de llevar si se conoció el desenfreno del cuerpo y alma del amado que nos demuestra que la libertad existe para destrozar rejas y celosías que nos colocan a las plantas del amor renovado.
ResponderEliminarUn beso.
Una visión muy positiva, Ilduara. Y creo que tienes razón en que es necesario ese recuerdo para poder destrozar esas rejasby celosías.
EliminarUn beso grande.
Soñar bajo la bravura de la pasión, rozando el corazón, bebiendo a sorbos la vida.
ResponderEliminarUn placer disfrutar de tu entrada.
Un beso enorme.
Gracias María :))
EliminarYa sabes que el placer es mío.
Un beso grande.
Ayyyy qué mal se está en esa cárcel...
ResponderEliminarBesos.
Carcel y amor son incompatibles.
EliminarBesos, Toro.
La memoria termina siendo implacable.
ResponderEliminarBesos.
Así lo creo, Macondo.
EliminarUn beso
Echar candado al corazón es ( creo) imposible
ResponderEliminarEl mismo amor derrite toda armadura.
Llego a pensar q alguno es masoka jajaja
Un abrazo de orilla a orilla
Para mí, el amor que se siente, no puede ser recluido en ninguna cárcel, ninguna reja puede detenerlo. Diferente son las rejas y barrotes que nos asfixian cuando amamos pero sabemos.
EliminarQué me gustan esos abrazos entre nuestras orillas :))
Besitos Carmela.
ResponderEliminarY para ti también, Teresa
Eliminar:))
Uno no puede escapar de esos sentires que alberga el corazón… Es la más agridulce prisión…
ResponderEliminarHermoso, como siempre... Un verdadero deleite, preciosa amiga…
Bsoss y abrazos enormes, y muy feliz tarde 😘
Totalmente de acuerdo con tus palabras Ginebra :))
EliminarGracias por pasarte y por tus palabras.
Mil besitos
Nada de cárceles para el corazón, libertad plena... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Así sea Genín!!
EliminarBesos y salud.
Es que el corazón sabe lo que la razón no quiere ver (había un dicho parecido) Y es así... no se puede ir en contra de lo que uno siente, desde el amor hasta el dolor.
ResponderEliminarPrecioso como siempre Carmela!
Un besazo!
El corazón y la mente, ayy cuando caminan por caminos separados :))
EliminarPreciosa, tú :))
Besos
Los amores presos no me gustan, jeje.
ResponderEliminarQué es eso tan bonito de la foto?
Besos, Carmela
No, no es algo que guste :))
ResponderEliminarEs "El muelle de Río Tinto", que si te fijas bien, recuerda a una Torre Eiffel posada horizontalmente sobre el mar, (fue construida siguiendo las directrices de la escuela de Gustav Eiffel) es un imponente muelle, construido en madera y hierro, que se adentra en la Ría de Huelva durante cientos de metros. Se construyó en 1876, no con el objetivo de transportar las miles de toneladas de mineral que se extraían de las Minas de Río Tinto.
Me alegra verte, Blue.
Bicos!!
Es como ese preso que pide su última voluntad antes de morir. Volver a la prisión de una misma con un último recuerdo.
ResponderEliminarMil besitos para tu noche, mi preciosa Carmela.
Tú lo has dicho bien claro, mi querida Auro la cárcel somos nosotras mismas.
EliminarMil besitos
Me ha encantado esta postal tan íntima. Tú y yo sabemos que tienes un don especial. Abrazos.
ResponderEliminarMe alegra que te guste Xan.
EliminarBueno, jaja, gracias aunque no sabría yo, jajaja, pero gracias Xan.
Un beso grande.
¡¡Precioso Carmela!!. Un placer venir, leer y desearte un feliz fin de semana.
ResponderEliminarBesos de Espíritu sin Nombre.
Muchas gracias Conchi, por tus palabras y por tu visita :))
EliminarUn beso grande.
Cuando el corazón se somete a los dictados de la razón, languidece preso.
ResponderEliminarEs una cruenta batalla y de haber un ganador, yo lo tengo claro.
La fotografía es una pasada, preciosa construcción que has fotografiado divinamente, vaya ojito el tuyo :))
Un beso querida Carmela y buen fin de semana.
A veces, la única opción válida, es ignorar lo que sabemos y guiarnos por el corazón. y eso implica, valentía. La otra opción, es quedarse entre los barrotes.
EliminarYo tambien lo tengo claro, :))
Gracias, Manel.
Un besazo.
Me parece muy, muy hermoso este poema, precioso de verdad y esa comparación con el mar...
ResponderEliminarMe ha encantado...
Muchos besos.
Gracias Carmen, me encanta que te guste.
EliminarMil besitos.