En cualquier momento y sin previo aviso, puede aparecer la noche sobre el horizonte. Y, entonces, sientes como la arena tiembla bajo tus pies. Y es así, porque aquellas aguas que un día decidiste ignorar y dejar pasar mar adentro, vuelven ahora, convertidas en olas que a su llegada a la orilla ablandan la arena. Y en ese instante te das cuenta de que el mar puede ser tremendamente frío e inhóspito. Y sientes su ahogo. Y en el fondo sabes, porque tu alma es marinera, que esas aguas que ahora vuelven convertidas en olas, se llevaron, aquél día, algo de ti que ya nunca volverá a besar a la arena.
Al mar quienes lo queremos, lo comprendemos y siempre tenemos una explicación para su comportamiento.
ResponderEliminarY siempre encontramos en él, un reflejo de nuestros sentimientos.
EliminarUn beso, Tracy.
Yo así también lo siento y acalla el silencio ese grito que pretende ser anónimo.
ResponderEliminarUn beso.
Yo creo, Ilduara, que ambas, sabemos demasiado bien de quién es ese grito que resuena en nuestra alma.
EliminarUn beso!
El mar habla entre las olas que se nos acercan a la orilla ..solo hay que saber escuchar ..bello poema .
ResponderEliminarUn abrazo Carmela .
El mar, siempre, nos habla, Campirela. Aunque, a veces, no queramos oír lo que nos cuenta. Pero siempre nos habla.
EliminarUn beso.
Pensamientos de quien conoce el mar, el mar pide respeto pero ofrece la belleza mas grande de la naturaleza. Abrazucos
ResponderEliminarSiempre he sentido, además de una profunda admiración por su belleza, un respeto inmenso por su fuerza y poder. Quienes podemos observarlo, a diario, conocemos su increíble poder de cambio y permanencia. Ambas cosas, me maravillan.
EliminarUn beso, Ester.
El mar. La mar.
ResponderEliminarEl mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera!
Poema de RAFAEL ALBERTI
Un abrazo.
Siempre que estoy lejos del mar, de la mar, recuerdo este poema de Alberti, que comprendo tan bien. Gracias por traérmelo, de nuevo.
EliminarUn beso, y me alegra verte.
Todo no vuelve, pero mucho sí y en ocasiones transformado. Bonito atardecer y agradable música.
ResponderEliminarBesos dulces y dulce fin de semana Carmela.
Hay cosas que las depositamos en su orilla y las dejamos ir mar a dentro pensando que es lo mejor, pero, a veces, las olas nos devuelven la sal de esos recuerdos, y escuece. Como bien dices, hay cosas que vuelven transformadas.
EliminarChet Baker, a menudo, me suena a mar.
Un beso, Dulce.
A mí, como soy de secano, el mar me impresiona, me admira y me da más vertigo que a quienes estáis familiarizados con él.
ResponderEliminarBesos.
Y además es tan diferente, según que día, que entiendo bien lo que dices.
EliminarUn beso!!
Es que hay instantes, que una vez vividos, no pueden volver.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmela
Los instantes vividos, pienso que nunca vuelven, solo se quedan en nuestro recuerdo. Pero tampoco podemos enterrar lo vivido, ni ahogarlo, siempre vuelve su recuerdo.
EliminarUn abrazo, Albada.
Ni siquiera las células de nuestro cuerpo son permanentes. Cuanto más impermanentes son las circunstancias que nos envuelven. La vida es cambiante. Lo vivo se mueve. El amor sucede.
ResponderEliminarY siendo el amor un suceso, ¿como olvidar que no hay periódico ni publicación que no cambie su titular cada día?
El secreto quizás esté en pisar firmemente sobre las arenas blandas donde la mar (para mi siempre será la mar)se convierte en orilla.
"El mar. La mar", el hermoso poema de R. Albertí, que hoy nos ha traído, unjubilado, nos muestra su esencia. La mar, para ti, el mar, para mí :))
EliminarA veces, no es el amor lo que depositamos en sus aguas, sino aquello que creemos que salvará nuestro amor. Pero el mar (la mar), nos recuerda que aunque todo cambia, tambien todo queda. O algo así :))
Un abrazo!
El mar, siempre tan evocador, siempre tan poderoso. Saludos.
ResponderEliminarAsí es, evocador y poderoso. Hermoso.
EliminarUn beso.
Hay días que siento el mar así, frío, inhóspito... hoy puede ser uno de esos días.
ResponderEliminarAhora iré a comprobarlo.
Besos.
Espero que te equivocaras y hoy te acariciaran sus olas.
EliminarUn beso.
No hay nadie que pueda explicar el maravilloso milagro del mar.
ResponderEliminarBesos.
Quien o qué, podría explicarlo. Nada ni nadie. Solo podemos sentirlo.
EliminarUn beso, Juan.
El mar es un poco de todo. Es bonito verlo en calma o también enfurecido. Cuando está en calma, puedes ver reflejado tu rostro en él e incluso percibir que te habla. Pero también te puede hacer mucho daño si te descuidas. ¡Me encanta la imagen de tu mar, Carmela!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Siempre le he tenido un gran respeto, conozco su poder y es inmenso. Pero también su belleza.
EliminarMe alegra que te guste, Jordi, viniendo de ti, es un halago.
Un beso!
Me encanta, precioso. Igual que ese color naranja que todo lo llena.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra que te guste!
EliminarUn beso grande.
O Mar tem tanto de tenebroso como de belo. É maravilhoso estar sentado no areal, ou numa rocha, a olhar o mar, sentir o cheiro da maresia, ouvir o sussurrar das ondas.
ResponderEliminar.
Votos de um domingo feliz
Cumprimentos poéticos
EliminarÉ maravilhoso, Ryk@rdo, um mundo inteiro de imagens e sons.
Feliz domingo para você.
Um beijo
Hay cosas que se las lleva el tiempo.
ResponderEliminarMuchas veces porque ya no somos la misma persona. Y las vemos desde diferente perspectiva.
Es ese mismo tiempo el que trae otras parecidas y que tenemos que aprender a usar/mirar como la persona que ahora somos.
Creo que casi todo se lo lleva el tiempo, antes o después. Y es cierto, con el paso del tiempo cambiamos, y quizás por eso, hay recuerdos que duelen mas.
EliminarY sí, creo que hay que saber mirar y estar abiertos a la nueva brisa, desde los que en cada momento somos.
Un beso, Guille.
No,en realidad nada vuelve a ser lo que fue,tan solo,si acaso,los recuerdos que producen un dolor aún mayor que la ausencia en ocasiones.Preciosa entrada,Carmela. Prosa,imagen y sonido consiguieron despetar en mi viejas sensaciones ya dormidas.
ResponderEliminarAbrazos.
Si esas sensaciones que se te han despertado son agradables, me alegro mucho, Joaquín. Como acabo de decirte, hace un ratito, en tu casa me alegra mucho verte de nuevo.
EliminarY estoy de acuerdo contigo, nada vuelve a ser lo que fue. Y está bien. Y hay que seguir.
Un abrazo!
Las cosas retornan cambiadas, con otra forma o de otra manera... Lo has expresado muy bonito, Carmela. La imagen es una maravilla que me invita a perderme en su horizonte. Qué decir de esa música cadenciosa. Un placer leerte en esta tarde de domingo.
ResponderEliminarMil besitos con cariño ♥
O los recuerdo que retornan nos cogen cambiadas, que tan bien :))
EliminarMe alegra que te guste, Auro.
Un beso muy grande.
nada se repite
ResponderEliminarbesos
En su infinito giro, nada es igual.
EliminarUn beso!
Con el vaivén de las olas es posible que vuelva convertido en concha de oro.
ResponderEliminarUn bonito escrito.
Una mirada muy dulce, como tú.
EliminarUn beso!!
Ay. el mar se lleva muchas emociones,nos limpia,nos regenera. Otras veces nos lleva cosas que lamentaremos, nos perderemos en él,pero,es algo presente, es algo que está ahí para liberarnos.
ResponderEliminarAgradezco vivir cerca de una orilla.
Un besazo Carmela, es hermoso tu texto!
Yo tambien lo agradezco, lunaroja, no podría estar mucho tiempo lejo de sus orillas.
EliminarUn beso muy grandote y con mar!
No todo, porque el cambio aunque imperceptible no se detiene ni por un instante, de modo que aquello que vuelve no lo es del todo, sólo en parte...
ResponderEliminarAbrazo grande.
Es cierto Carlos, y cuando vuelven, nosotros también hemos cambiado.
EliminarUn fuerte abrazo.
Todo fluye y nada permanece, decía Heráclito.
ResponderEliminarPero sí el ser, la esencia. Permanece el alma.
La naturaleza se hermana con nuestros sentimientos y emociones.
También me sucede en la montaña, el mar lo visito menos, pero lo siento cuando voy.
La foto es preciosa, y la música :)
Muchos besos, Carmela.
Somos los mismos, pero diferentes, con el cambio que la vida produce sobre nosotros.
EliminarCreo que nuestra propia esencia es difícil que cambie, pero si evoluciona.
Cada una sentimos la naturaleza que nos rodea, la que nos abraza cada día. La montaña también tiene su propia magia.
Un beso, Rosa.
La foto al igual que la música son preciosas Carmela... hay cosas que por mucho que nos empeñemos no retornan, el mar al igual que el río sigue su curso y con el muchos recuerdos.. solo nos queda vivirlo y sentirlo desde la añoranza, es mi humilde opinión.
ResponderEliminarTe dejo mis cariños para esta noche y te deseo una buena semana.
Me alegra que te gusten foto y música, Ani. Y tu opinión, que la considero todo lo que vale, no es diferente a la mía. Yo más bien me refería a que, a veces, hay hechos y sucesos que creemos que podemos superar y los dejamos correr en ese curso de la vida, pero antes o después, de alguna manera vuelven, vuelve su recuerdo ,y escuecen porque no los hemos superado.Hay entradas como ésta, de mis locuras y yo, que sé que no son directamente leíbles, sino confusas :))
EliminarUn beso muy grande, y que sepas que me encanta conocer tu opinión, siempre.
Mejor que no vuelvan y escuezan, porque eso significaría que no lo hemos superado.
EliminarMás besitos mi niña.
A veces, creemos que si y seguimos con nuestra vida. Y de repente un día, una ola, un recuerdo, y nos damos cuenta que sigue ahí, latiendo en silencio y doliendo.
EliminarSí, mejor que no vuelvan.
Besitos muchos.
¡Qué bonito y qué certero es todo lo que dices!
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Me alegra que te guste, sea ono certero, pero si sentido :))
EliminarBeso grande.
Todo cambia, nada permanece... pero yo creo que sí vuelve, tal vez no de la misma manera, o por la misma mano... pero vuelve.
ResponderEliminarUn beso.
Yo también creo que cambiamos con el paso del tiempo, y eso es bueno, y necesario. Y lo vivido, siempre tendrá un lugar en nosotros, mayor o menor, según lo que haya significado en nuestras vidas.
EliminarGracias por tus palabras, y un besazo!
Efectivamente, hay cosas y personas que nunca vuelven. Nos guste o no.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte!
Lo que dices es cierto, Quijo-meli, hay cosas y personas, que nunca volverán, pero lo vivido siempre permanecerá en nuestro recuerdo, en mayor o menor medida, según lo que hayan sido o significado en nuestra vida. Me refiero, más bien, a aquellos recuerdos que pensábamos que dejándolos pasar no nos dolerían.
EliminarUn beso!
Me encanta tu escrito. El mar ( para mí el mar ) que alegría estar cerca de él, aunque a veces siento un poco de miedo. Besos Carmela.
ResponderEliminarGracias, Teresa, me alegra que te guste. Para mí, casi siempre, es el mar, aunque hay veces que es la mar :)))
EliminarY es bueno tenerle respeto.
Un beso!
El mar es sin duda el mayor símbolo literario para intentar entender qué es la vida. Estupendo micro, Carmela. Saludos!
ResponderEliminarNo sé si para todo el mundo lo será, pero para mí, si lo es, David, y va íntimamente ligado con mi vida.
EliminarUn beso y gracias por tus palabras.
No puede volver lo que no se ha ido.
ResponderEliminarBeso inmenso.
Ayy mi niña, me vas calando bien...a veces nos engañamos creyendo que hemos dejado ir algo..
EliminarUn beso grandote :))
Amo la mar,pero sé lo que escuece...
ResponderEliminarBesucos de cercanía,amiguca linda
Gó
Por algo su esencia es sal. Pero bendita sal :))
EliminarBesos muchos..
Profundo y bello texto Carmela. La belleza del mar enamora y siempre nos habla. Saludos.
ResponderEliminarY su hablar es continuo, verdad?
EliminarUn besazo.
En alta mar hay un montón de vivencias, unas ahogadas, otras a flote, que son la historia de la humanidad... las olas traen su confuso eco.
ResponderEliminarMe gusta como lo ves, Pat.
EliminarUn beso!
Triste pero hermoso.
ResponderEliminarBesos.
Un beso, Amapola.
EliminarEn esa ola que se devuelve regresa la nostalgia. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarLa nostalgia de aquello que quisimos o pensamos que podíamos superar dejándolo, simplemente, en sus aguas.
EliminarUn abrazo, Carlos!
En la costa que tenemos en Buenos Aires vemos sólo el amanecer. Pero nuestros vecinos uruguayos o chilenos pueden disfrutar de esa puesta sobre el mar. Claro que nosotros tenemos lagos o lagunas donde podemos llegar a ver algo parecido, pero no en el mar (al menos no por acá cerca)
ResponderEliminaren algunas mitologías el sol que renace cada día es uno nuevo, si lo vemos desde lo poético, así parece ser. En tu foto pareciera estar muriendo, y renaciendo la nostalgia
Saludos
Esta fotografía, corresponde a una puesta de sol, que son impresionantes en el mar. Cada día distinta, diferenre, una verdadera maravilla.
EliminarEn esta playa, en concreto, la playa de Los Caños de Meca (Barbate, Cádiz), tiene la peculiaridad, al estar casi en el extremo de la Península Española, donde se unen el Mediterráneo y el Atlántico, podemos verle amanecer y ponerse en el mismo mar.
Un beso.
Hola Carmela, qué bello poema, me encanta. He leído varios de los post que tienes publicados y elijo éste por su simbología con el mar, los marineros; me parecen unos versos elegantes y nada distraídos...que se funden con el horizonte. Me has traído recuerdos y añoranzas del mar.
ResponderEliminarAlegre de conocer tu blog, saludos.
Hola, Rosa, bienvenida. Me alegra que te haya gustado, y si esos recuerdos son agradables, me alegro. Me paso por tu casa.
EliminarUn beso.
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