Nunca supe bien dónde se rompió la armonía
y el horizonte perdió su propio horizonte, y eso lo hace más difícil,
solo sé, que las palabras permanecen flotando,
abandonadas sin más, a
la deriva.
El mar se abría inmenso y era fácil olvidar que sus olas, antes o después,
llegan siempre a morir a alguna orilla.
Entré sin vacilar, aún sabiendo de sus marejadas y abismos,
de sus cantos y sus sirenas. Y, aun así, entré.
Hay días en los que recuerdo el olor a sal y la brisa rozándome la cara
y casi puedo sentir el color azul intenso que rodeaba a todo
en un orden perfecto.
Hay días en los que volvería a entrar, pero hay otros, muchos otros,
en los que solo busco alejarme del mar.
Pero sé, que incluso en el desierto, hallaré naves doblando algún cabo y
a cada golpe de viento, entre la arena, se deslizará su salada espuma.
Y es por eso, que sé, que a pesar de todo, siempre volveré al inmenso mar.
El mar está ahí y te espera.
ResponderEliminarMaravillosas fotos.
Por cierto en casa de mis padres había un cuadro casi igual a la tercera foto.
Besos.
Y yo siempre volveré a él, Alfred, eso seguro.
EliminarSiempre he admirado a la gente que sabe pintar el mar y sus olas, no es nada fácil.
Un beso.
Inmensos versos, como el mar y sus aguas alzadas. El mar siempre está. Después de que se le conoce, él no nos deja, no nos abandona, por esto hasta en las arenas del desierto el mar se repite. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarMe gusta la expresión: y sus aguas alzadas, Carlos. Una hermosa manera de nombrar a las olas. Ni él nos deja, ni quienes lo conocemos podemos dejarlo.
EliminarUn abrazo.
El mar y tú tienen un romance permanente, Un gran poema muy bien acompañado por la música y las fotografías.
ResponderEliminarBesos dulces Carmela y dulce mes.
No sé por qué dices eso... jajajajaja.
EliminarUn beso, Dulce.
Creo que es evidente ;)
EliminarUn beso dulce más.
Esa relación con el mar, con la pleamar de los sueños. Preciosas imágenes, y esa música, divino complemento
ResponderEliminarUn lujo leerte siempre, marinera. Un abrazo ceñido
Me gustan los abrazo ceñidos, Albada. Otro para ti.
EliminarBesos.
Tal vez el alma del mar está dentro de ti.
ResponderEliminarMuy bonito.
Besos.
Yo quiero pensar que la mía se encuentra en el mar :))
EliminarUn besazo, Amapola.
Me gusta el mar, es un amor antiguo y tu lo traes con tanto cariño que hay que darte las gracias por la belleza de tus entradas. Abrazos y una sonrisa
ResponderEliminarNo podría traerlo de otra manera, Ester.
EliminarUn abrazo.
Eres sal marina, agua de algas y olas emulsionadas. No puedes dar la espalda al mar porque conforma tus entrañas. Eres paisaje marítimo, caracola sonora que llama a la orilla.
ResponderEliminarUn beso.
Y si te digo que me has emocionado, aunque creo que exageras, pero me encantó leerlo, no te voy a engañar :))
EliminarGracias, Ilduara.
Un beso.
Formas parte de las olas que nos enseñas con esa delicadeza que te caracteriza.
ResponderEliminarEl poma es el acompañamiento al sentir por el amor al mar. Perfecta armonía la tuya. Un abrazo y muy feliz miércoles.
Gracias, Campieral por verlo así.
EliminarUn beso grande.
O Mar tem tanto de perigoso como de sedutor. Quem olha o Mar sente em si algo que mexe com os sentimentos. Perigoso? Sim. Lindíssimo? Também sim.
ResponderEliminarEu que resido muito pertinho do Mar, adoro-o
As fotos são deslumbrantes. O instrumental é delicioso de se ouvir.
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Abraço poético.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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O mar é vida e como a vida tem sua parte bonita, e sua parte perigosa, mas como você diz, é um grande sedutor ... o melhor.
EliminarUm beijo.
Preciosas fotos y poema. Tu historia de amor con el mar es de una belleza aplastante. Besos.
ResponderEliminarGracias, Republicano, me alegra que te guste. Te leo aunque no comente mucho, ando un poquito parca de palabras, pero te mando mi abrazo.
EliminarUn beso.
En realidad el mar nos rodea.
ResponderEliminarA unos más cerca que a otros.
To incluso diría que forma parte de algunos.
EliminarUn beso, Toro.
No es que sea inmenso.... es que nosotros somos insignificantes... por eso volveremos a él.
ResponderEliminarBsss
De acuerdo en nuestra insignificancia en el universo, pero el mar, el mar es inmenso :)))
EliminarBesos, Luis.
Quien lleva el mar dentro de sí, no puede alejarse de él, no hay modo.
ResponderEliminarY, si lo hubiera, no lo querríamos... seguro.
Besotes.
Ambas lo sabemos bien :))
EliminarUn beso, Alma.
Qué bonito lo cuentas y lo fotografías.
ResponderEliminarCada vez entiendo más a mi hermana y mi cuñado, que han elegido tu provincia como lugar de su jubilación y allí que se han ido a disfrutar del mar que y de otras muchas cosas que no tenían en Madrid.
Besos.
Pues mira que bien han elegido, si señor, seguro que no se arrepienten. Ya tardas en hacerles una visita :))
EliminarBesos.
El inmenso mar nos acoge...sin duda! Siempre he vivido en ciudad (Buenos Aires) y al llegar a vivir a Gran Canaria,pensé que no podría vivir rodeada de mar... hoy pienso lo contrario! No podría vivir sin el mar viéndolo desde cualquier punto de la isla.
ResponderEliminarHermoso este poema,pura vida,puro gozo!
beso enorme
Y yo cuando voy al interior, lo disfruto, pero cuando llevo un tiempo lejos del mar, me falta aire... :))
EliminarUn beso, Luna y gracias.
Me hiciste pensar en la armonía que refieres en tu primer verso y en la deriva con que cierras ese fragmento... Tal vez sean lo mismo y el mar la metáfora de nuestro devenir, no es cierto?
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
Vas muy bien encaminado, Carlos, y me leiste muy bien :))
EliminarUn beso grande.
El mar siempre se abre aquí. Inmenso. Sé que aquí lo encuentro.
ResponderEliminarTienen una bonita historia de amor ustedes dos.
🌊❤
Besitos.
Aquí seguro que siempre lo encontrarás jajaja no te digo que no.
EliminarPero te confesaré algo bajito, el mar no siempre es el mar...
Un beso.
Inmenso mar, inmenso tu sentir amiga. Saludos.
ResponderEliminarGRacias, Sandra.
EliminarUn beso.
Siempre que vengo a verte ya me imagino que me voy a encontrar con el olor a mar nada más que abrir y para mi que soy de tierra muy adentro siempre me encanta encontrarme con esas imagenes tuyas.
ResponderEliminarBeso
Tu vienes al mar y yo a tus paisajes de castillos y lunas :))
EliminarUn beso, Erik.
PD. Te sigo leyendo fielmente todas las noches...solo que en silencio (como tu luna)
Será muy grato volver a ese mar aunque sea en el desierto. Las fotos son preciosas.
ResponderEliminarBesos.
Estoy segura de que sí, Conchi.
EliminarMe alegró verte.
Un beso.
O mar será sempre um doce fascínio, Carmela!
ResponderEliminarFeliz noche.
Te dejo un beso!
Acho que sim, Albino.
EliminarUm beijo.
El mar es una metáfora en sí mismo.
ResponderEliminarSiempre en sintonía, a veces nos acuna y otras nos revuelca.
Y como bien dices, siempre se busca y se vuelve. Yo extraño mi playa.
Besos, Carmela.
Siempre buscándolo, siempre regresando, una y otra vez...
EliminarYo lo extrañaría si no estuviera con él.
Besos, Verónica.