La Danaide* de Auguste Rodin; Museo Rodin, París |
Caminé al revés -hacía donde nadie me esperaba- y allí estaba todo lo que necesitaba. Y comprendí que sólo porque hay pasos que alejan,
existen los que acercan y que hay un tiempo donde todo se reúne en un perfecto
silencio. Y, más allá, la estela del viento.
Busqué lo que no quería encontrar y el olor a sal me
llevó a la playa de tu orilla. Y allí supe: que a menudo nadamos sin agua que nos
sostenga, pero que incluso así avanzamos porque el mar no existe afuera, lo
llevamos dentro; y que lo único que importa realmente es lo que no
buscamos porque más allá de uno mismo -siempre- prosigue la vida y a todas las noches les precede sus mañanas.
Hoy anduve para no llegar y encontré ese lugar que
a cada uno nos contiene.
Hoy anduve tierra adentro y llegué al mar.
Me fui -aunque en realidad no partí- y llegué a ese
centro donde la luz y la oscuridad se funden en un beso infinito; donde el todo y la nada se abrazan
en medio de paisajes imposibles; donde los cielos no terminan y las palabras no
inventadas escriben historias reales. Un lugar al que se llega sin importar la dirección del camino elegido.
A veces hay olores que nos salvan -como el de las castañas asadas- y neblinas que nos muestran toda la luz de la vida.
París, enero 2022 |
*La Danaide
Auguste Rodin (1840-1917)
La obra está firmada en la base, cerca de la cabeza: A Rodin.
Diseñada para La Porte de l’Enfer [La Puerta del Infierno], en torno a 1885, esta figura ya no aparece en su última versión. En base a un tema mitológico - las hijas de Dánao, las Danaides, fueron condenadas a ir llenando eternamente una jarra sin fondo, por haber matado a sus jóvenes esposos la noche de sus nupcias – Rodin construyó ante todo un paisaje femenino, poniendo de relieve la línea de la espalda y de la nuca de la Danaide.
Elige, no como en la iconografía tradicional, el momento del llenado, sino el de la desesperanza, frente a la esterilidad e inanidad de la tarea. Agotada, la Danaide reposa la cabeza "como un gran sollozo" encima de su brazo. Su cabello esparcido, que Rainer Maria Rilke decía ”líquido”, se confunde con el agua que discurre de su jarra. Su cuerpo está pulido como el marfil, mientras que el bloque de mármol del que parece surgir, está tallado de forma mucho más escueta, guardando la huella de las herramientas.
También llamada La Source [La Fuente], fue adquirida por el museo del Luxembourg, tras su exposición en la Sociedad Nacional de Bellas Artes, en 1890.
sacado de: https://www.musee-rodin.fr/
Preciosas imágenes y esa castañera no me extraña que ese olor te entre y le manteras rato en la pituitaria . Lindas palabras en tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo y un placer volver a leerte.
Hola, Campirela: me alegra verte, a pesar de mi ausencia, espero ir volviendo poco a poco.
EliminarEl placer es mío :))
Un fuerte abrazo.
Que difícil es captar el humo, la niebla y el agua cuando tiene movimiento y dificil usar la figura del oxímoron y conseguir la comprensión total. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Ester. Me alegra verte. Yo creo que el día gris ayudó a captar el humo.
EliminarTe tengo que confesar que tuve que mirar qué era exactamente la figura del oxímoron... :))
Un fuerte abrazo
el museo Rodin es un auténtica joya en sí mismo
ResponderEliminarbesos
Así es, el edificio y sus jardines. Una maravilla.
EliminarMe alegra verte, de nuevo.
Besos!!
¡Magnifica entrada!
ResponderEliminarEsto es lo que yo siempre intento buscar en la mayor parte de las entradas, que la música, las imágenes y si hay texto, vayan todos en un todo.
Y tu lo has conseguido con creces.
Maravilloso y esa música (la he colgado varias veces) no me canso de escucharla.
Esto es arte con mayúsculas.
Beso
Hola, Erik!! Me alegra que te haya gustado la entrada, te confesaré que me ha costado volver a publicar después de tanto tiempo (para mí es mucho) y no estaba muy convencida de que el texto no os pareciera un poco rollo, la verdad. Así que encantada de que te haya gustado.
EliminarLa música, atrapa, verdad?, al menos a mí.
Gracias, de corazón, y un beso!!
Que maravilla el museo Rodin.
ResponderEliminarUn post excelente carmela, me ha encantado, video, texto e imágenes.
Un abrazo y feliz día
Hola, Carmen: el museo es una maravilla, lo que contiene, él edificio, sus jardines.. todo.
EliminarMe alegra que te haya gustado, gracias.
Un beso grande.
Un texto de reflexión, de ese adentrarse en el propio mar interno, cuando hay que tirar atrás, que no es malo, de hecho.Por el aroma de las castañas asadas
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz día, con o sin niebla
Hola, Albada. Sí, un texto que no estaba muy segura de que os gustara, porque es muy de mí misma y podría resultaros un poco tostón, pero no podía volver de otra manera. Me alegra que te haya gustado. Ese aroma embriaga, ¿verdad?
EliminarUn beso grande.
Esas dos fotos merecen marco y pared!!!
ResponderEliminarBesos.
jajajaja gracias, Toro.
EliminarUn besazo.
Las imágenes son preciosas, pero el texto es memorable. Felicidades, Carmela. Estoy con la calva al aire, porque me he quitado el sombrero.
ResponderEliminarUn beso.
jajajaja eres la monda, Chema, siempre me sacas una sonrisa....y ésta vez una gran carcajada.
EliminarUn beso muy grande.
Ohh !! ...ese centro donde la luz y la oscuridad se funden...
ResponderEliminarYa tengo trabajopara mi neurona y una buena temporada.
Precioso.
Sabes, Ricard, esperaba especialmente tu visita, es de esos textos que me importan especialmente (yo me entiendo, jajaja) y quería saber tu opinión. Espero tomarme en el buen sentido lo de tu neurona jajajajaja.
EliminarGracias.
Un beso.
Es que es un texto muy bonito. Ese juego de contraposiciones imposibles en la física pero evocadoras en la poética no admiten dialéctica. Solo se trata de contemplarlos y ver que despiertan en el interior. Pero vamos, que ese centro donde luz y no-luz se llegan incluso a besar, me entusiasma.
EliminarEn realidad no me refería a nada en concreto sobre el texto, como bien dices es un texto, muy mío, que no admite dialéctica, solo quería saber algo que ya me mostraste en tu primer comentario, gracias.
EliminarUn beso.
Maestra, ¿puedes cogerme de la mano y llevarme a ese nuevo mundo que describes? Por sí solo reconozco que sabría alcanzarlo!
ResponderEliminarLa precariedad de ese real asador de castañas, no puedo sino equipararlo a la relevancia de la escultura de La Nadaide.
Fuerte abrazo Carmela. Un regalo!
...que no sabría alcanzarlo...
ResponderEliminar¿No habrá algo de "magia" en tu blog que me come las palabras? :))))))
Anda, anda, jajajaja, menos guasa con lo de Maestra, tú eres más que suficiente para encontrar ese mundo.
EliminarPara mí, y veo que también para ti, ambas imágenes tienen su propio y gran valor :))
La magia está en tus ojos, no lo dudes.
Un fuerte abrazo, Ernesto.
¡Nada de guasa Carmela! El texto es magistral.
EliminarGran abrazo amiga. :))))))
Otro abrazo, Ernesto :))
EliminarLa obra de Rodin es espectacular, las fotografías de ensueño (qué ganas tengo de volver a París, espero ya pronto hacerlo) y tus palabras acompañan.
ResponderEliminarAlegría volver a sentirte, sabes te aprecio mucho.
Besos.
Visité varios Museos, y éste, me dejó especialmente una gran sonrisa. No me lo esperaba, la verdad. Y ver sus esculturas en esos jardines es algo grandioso.
EliminarYo necesitaba urgentemente ir a algún sitio, fuera de aquí, y me alegro de haber vuelto a París. A pesar del frío jajajaja.
Gracias, prozac, yo también te aprecio mucho y creo que lo sabes.
Un beso grande.
Es tan magnífica está entrada, que supera toda capacidad de elogiarla. Solo aplaudirte puede ser prudente.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Muchas gracias, Sara!!, me alegra mucho que te haya gustado. Como ya le he dicho a otros amigos, tenía mis dudas de que os gustara. Tus palabras me ponen muy contenta.
EliminarUn abrazo grande!!
Me encantan las castañas asadas. Bellas fotos. Me gustó. mi alabanza
ResponderEliminar.
Saludos poéticos.
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Pensamientos poéticos y ensoñaciones
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Hola, Rykardo!! creo que a casi todos nos gusta ese sabor tan delicioso de las castañas asadas... y su olor es embriagador. Y ese puesto en el extremo de uno de lospuentes del Sena, todo un regalo para la vista.
EliminarUn beso!!
Uma publicação super interessante e encantadora. Obrigada pela partilha! .)
ResponderEliminar-
No silêncio do tempo...
Beijos, e uma excelente tarde!
EliminarOlá Cidália. Obrigado pela visita e comentário e fico feliz que tenha gostado.
Boa semana para você.
Beijos..
A veces tras la niebla encontramos el camino soñado.... Hermoso texto
ResponderEliminarUn abrazo
La niebla, al igual que el viento, encierran grandes misterios, y todo puede ocurrir.
EliminarMe alegra verte, Ángel.
Un beso.
Se percibe la calidez en el ambiente de esas fotos, a pesar de que seguro hacía frío. Y de tus palabras me gusta esa primera frase inicial, brilla por si sola. Y con escultura y blues por si hiciera falta más arte.
ResponderEliminarBesos dulces Carmela.
La verdad, Dulce, es que todo acompañaba a esa imagen en el inicio del puente sobre el Sena. Y siiiii, hacía un frío de padre y muy señor mío!!! pero no me importaría volver a sentirlo :))
EliminarEsa primera frase a la que te refieres es el todo del texto :))
Gracias por pasarte, por tus palabras y por tu cariño.
Un beso!!
Todo se conjuga y pronuncia en su innato equilibrio… Y es más allá de la piel, allí donde todo es aun cuando no es tangible, donde se produce la magia y el milagro de vivir y sentir…
ResponderEliminarBellísimo e inspirador, mi querida amiga. Una verdadera preciosidad en su conjunto…
Abrazos y cariños enormes, y muy feliz noche 💙
Hola, Gine!! supiste sintetizar en tus lindas palabras gran parte del sentimiento que me hizo escribir este texto :))
EliminarGracias de corazón.
Muchos besos para ti, y todo mi cariño.
Ohhh tiene magia esta entrada! Qué maravilla Carmela...qué ojo sensible e inspirador para las imágenes,y qué sensibilidad para las letras.
ResponderEliminarUna belleza!
Qué bueno volver a leerte!
Beso grande.
Hola,Lunita :))
EliminarTú que eres la sensibilidad en persona, que me digas lo que me dices, me saca una gran sonrisa, gracias, bonita.
Yo también me alegro de volver, y espero coger ritmo :))
Un beso muy grande.
Precioso texto, que invita a una profunda reflexión y que junto a esas fotosgrafias que atrapan en el tipo una realidad que se invita a la perpetuidad en el tiempo.
ResponderEliminarUn saludo Carmela.
Hola, Agapxis, me alegra mucho verte de nuevo por aquí... me daba un no sé qué, que con mi ausencia no volvierais y me alegra ver que no ha sido así. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn beso grande.
Rodin, portento, quitaba del granito lo que estorbaba y ayudaba a que las formas se pudieran expresar... Algo de eso tiene tu prosa y este verso en especial: "Caminé al revés -hacía donde nadie me esperaba- y allí estaba todo lo que necesitaba." En buenahora, Carmela.
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
Hola, Carlos!!. Es tal cual dices, Rodin quitaba lo que le estorbaba en su visión de la roca y dejaba libre lo que él apreciaba al mirarla. No podría haberlo dicho yo con tanta precisión como lo has dicho tú.
EliminarMe alegra que te haya gustado el texto, como ya he dicho por ahí arriba, no estaba muy segura de que os gustara.
Un abrazo grande.
Impresionante la figura tallada,
ResponderEliminarme gustó mucho el poema.
Besos.
Me atrapó nada más verla, Amapola. Hubo un par más, también de mujeres, que me gustaron tanto como ésta.
EliminarMe alegra que te gustara.
Un beso grande.
La perfección, culmen de la belleza, se nos presenta, en ocasiones, como puro azar. La voluntad nos lleva a contemplarla y una vez vista brillará en nosotros como una experiencia que perdura más allá del tiempo.
ResponderEliminarTu sensibilidad lo envuelve todo, tu mirada trasciende la materia.
Un beso.
Hola, Ilduara. Es cierto, a veces, se nos presenta como puro azar, y siempre se quedará en nosotras.
EliminarEres muy generosa con tus palabras, gracias, de corazón.
Un beso muy grande.
Tras las aparentes contradicciones se esconden muchas realidades vitales, pasiones, esperanzas...
ResponderEliminar¿Qué es la vida mas que una contradicción para intentar desentrañar mientras se vive?
Bss
Es cierto, Luís, y en ese desentrañar radica, a menudo, la felicidad.
Eliminar:))
Un beso grande.
Lindo y reflexivo texto. Saludos Carmela
ResponderEliminarGracias, Sandra :))
EliminarUn beso.
«Un lugar al que se llega sin importar la dirección del camino elegido». Eso es el destino.
ResponderEliminarBesos.
En realidad, todos tenemos ese lugar al que llegar. Lo importante es conseguirlo.
EliminarUn beso grande.
Maravillosa entrada amenizada por un magnífico blues de media noche...
ResponderEliminarYa no sé si resaltar tu inspiradísima prosa poética... o la increíble Danaïde de Rodin, o las magníficas fotos... Carmela, qué conjunto más inspirador!! Gracias y besos mil
Hola, Milena. Gracias por tus palabras, me alegra mucho que te haya gustado la entrada. Gracias.
EliminarUn beso grande.
Tremenda entrada, es todo arte, muchas gracias por traernos tanta belleza en una sola entrada. Abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti, Xan, por pasarte y comentar. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo!
Carmela una alegría volver a verte y leerte, me encantó tu escrito, y que hayas disfrutado. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Teresa, también me alegra mucho verte. Y sí, la verdad es que he disfrutado y mucho. Me hacía falta esa escapada, y París, siempre es París :))
EliminarUn besazo.