Muy belo Carmela! Cuando el aullido del fuego ilumina la noche, hay un destello de alegría, como si una melodiosa constelación brillara en tus ojos, desnudando el deseo...
Apreciada Carmela, qué poema más bello, con pocas palabras, pero las justas y que riman muy bien con el poema fotográfico que nos regalas, ¡qué foto más impresionante! Te dejo un abrazo.
Cómo en tu fotografía,el deseo es una conspiración del día que viene buscando la complicidad de la tarde, para satisfacerse en el arrebol que estalla tras las nubes que guardan la integridad del ocaso.
Después de un corto período de inactividad, pasando a saludar a los amigos. La imagen es impresionante y no menos impresionante tus palabras que hacen honor a tan bella escena. Felicidades por decir tanto y bello en tan poco texto. Un abrazo y te deseo feliz mes de septiembre Carmela.
La poesía de esa extraordinaria fotografía y la sensualidad de tu poema me envuelve en remolino agradable de sensaciones. ¡Pura belleza, querida Carmela!
Muchas gracias Gustavo por apreciarlo así, y me alegra que te produzca agradables sensaciones, eso siempre es una alegría para quien escribe algo, el poder producir esas sensaciones. Gracias- Un fuerte abrazo.
Lo naturalmente salvaje, libera el fuego más genuino en el que nos abrasamos.
ResponderEliminarUn beso.
Y en esa naturalidad da gusto prenderse y arder. Gracias, Ilduara.
EliminarUn beso.
lo naturalmente salvaje libera...
ResponderEliminar:))
EliminarOtro beso.
La estética de tus presentaciones me encantan. Aunque lo importante va en el interior, lo externo le hace cobrar mucha fuerza.
ResponderEliminarGracias, Tracy.
EliminarUn beso.
Ese fuego interior desatado en aquellas ganas y el exterior presente ante la mirada. La música en cambio, parece más traviesa.
ResponderEliminarBesos dulces y dulce semana Carmela.
Me gusta lo de "traviesa", y sí, tienes razón.
EliminarUn beso, Dulce.
Es que en la noche todos los sentimientos se multiplican.
ResponderEliminarSalud.
Es cierto, la noche amplifica los sentimientos.
EliminarUn beso, Erik.
El aullar del fuego, encendiendo la noche, precioso. Un abrazo fuerte
ResponderEliminarGracias, Albada.
EliminarUn beso.
Y esas ganas que nunca se apaguen, es precioso como siempre leerte.
ResponderEliminarBesitos Carmela.
Que no se apaguen nunca, Cora.
EliminarGracias, y un beso grande.
Esos incendios sí que me gustan.
ResponderEliminarBesos.
Tú si que sabes.
EliminarUn beso, Toro.
Super blog
ResponderEliminarGracias.
EliminarPlease read my post
ResponderEliminarY tu fotografía nos sumerge en esa luz dorada,en ese incendio del cielo! Precioso todo el conjunto!
ResponderEliminarBESOS!
Muchas gracias, Lunaroja.
EliminarBesitos
La naturaleza y él, fusión perfecta
ResponderEliminarAbrazo
Así lo creo :))
EliminarBesos!!
Muy belo Carmela!
ResponderEliminarCuando el aullido del fuego ilumina la noche,
hay un destello de alegría, como si una melodiosa constelación brillara en tus ojos,
desnudando el deseo...
Un abrazo para ti.
Y bellas tus palabras Albino. Gracias.
EliminarUn abrazo grande.
Abrazos Carmela.
ResponderEliminarOtro de vuelta para ti, Teresa.
EliminarApreciada Carmela, qué poema más bello, con pocas palabras, pero las justas y que riman muy bien con el poema fotográfico que nos regalas, ¡qué foto más impresionante!
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
La verdad Gustavo que el cielo estaba impresionante esa noche. Me alegro que te guste.
EliminarUn fuerte abrazo.
Cómo en tu fotografía,el deseo es una conspiración del día que viene buscando la complicidad de la tarde, para satisfacerse en el arrebol que estalla tras las nubes que guardan la integridad del ocaso.
ResponderEliminartoda una metáfora.
besos.
Y tú lo dices de una manera preciosa, Agapxis, gracias.
ResponderEliminarMe alegra mucho verte :))
Un beso.
Preciosa postal, encuentras siempre las palabras precisas para ellas. Un abrazo.
ResponderEliminarQué alegría verte de nuevo, Xan :))
EliminarGracias.
Un beso.
Después de un corto período de inactividad, pasando a saludar a los amigos.
ResponderEliminarLa imagen es impresionante y no menos impresionante tus palabras que hacen honor a tan bella escena.
Felicidades por decir tanto y bello en tan poco texto.
Un abrazo y te deseo feliz mes de septiembre Carmela.
Hola Juan, espero que hayas disfrutado de ese tiempo para ti.
EliminarMe alegra que te guste la entrada, gracias por tus palabras.
Un fuerte abrazo, Juan.
Ese fuego cauteriza las heridas de la vida.
ResponderEliminarAsí lo creo, Luís. Es un fuego sanador :))
EliminarUn beso fuerte.
Un placer pasar a leerte Carmela.
ResponderEliminarBesos.
El placer es para mí que lo hagas Conchi.
EliminarUn beso.
La poesía de esa extraordinaria fotografía y la sensualidad de tu poema me envuelve en remolino agradable de sensaciones.
ResponderEliminar¡Pura belleza, querida Carmela!
Muchas gracias Gustavo por apreciarlo así, y me alegra que te produzca agradables sensaciones, eso siempre es una alegría para quien escribe algo, el poder producir esas sensaciones. Gracias-
EliminarUn fuerte abrazo.
Voltei para ler as tuas palavras Carmela ...
ResponderEliminarLer-te é sempre maravilhoso.
Te dejo un abrazo!
Muito obrigado, Albino, pelo retorno e pelo abraço. O prazer é sempre meu com a sua presença.
EliminarUm abraço forte.
Como siempre, no sé si me gustan más tus imágenes o tus palabras, Carmela. Ambas seducen.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Jordi, ya sabes la alegría que me ha dado saberte de vuelta, te eché de menos y mucho.
EliminarUn abrazo enorme!!
Calma, admirando el fuego. 😊 Besos.
ResponderEliminarBeso muy grande, Laura.
Eliminar