Loreena McKennitt- The Dark Night of the Soul
Y esas ganas, sin prisas, se adueña de todo. Como el ritual del suspiro que fluye desvaneciéndose en la piel. Creciéndote suave en un abrazo silente que no necesita de palabras. Como un beso lento o un vínculo secreto. Un poder imposible, inacabado, que no puedes elegir. Y te llama. Y te abres entera. Y sientes que te disuelves en el viento y como te crecen las grietas del mar que piden ser llenadas aferradas a su brevedad.
Un suspiro.
ResponderEliminarBesos
y es suficiente :))
EliminarUn beso, Erik, y ánimo con lo de la vista.
Un beso.
Calma quieta, no hay mas quietud que esa. se para el movimiento y los pensamientos. Un abrazo
ResponderEliminarSiempre me lees bien, Ester :))
EliminarUn beso
En el vaivén de las olas,
ResponderEliminarlos suspiros bailan.
Un beso.
Te quedó muy bonito :))
EliminarUn beso, Alfredo
Quietud, pero al leerte parece que pasan muchas cosas más allá de esa quietud. Aunque fotografía y música también la sugieren.
ResponderEliminarBesos dulces Carmela.
Más allá todo es posible jajaja Dulce, todo es posible.
EliminarUn besote
Que bien puesto está el título.
ResponderEliminarUn beso, grande.
EliminarEsa calma tan necesaria a veces. Feliz jueves y semana Carmela, el título ya habla por si solo. Un beso
ResponderEliminarSi que es necesaria, Carmen, y no debemos eludirla, nos hace bien.
EliminarBuena semana para ti, Besosss
Preciosa fotografía.
ResponderEliminarMe maravillas, tienes una manera tan delicada, tan sutil de escribir.
"Como te crecen las grietas del mar..." ni aunque viviese mil vidas se me ocurriria escribir algo tan bonito.
Un beso.
Sigo alegre por verte por los blogs de nuevo, que lo sepas :))
EliminarBueno, si a ti te gusta...me alegra.
Beso grande!!
Echaba de menos tu prosa poética en tus hermosas fotografías.
ResponderEliminarEspero que el devenir de los días, te siga permitiendo que podamos disfrutar de tu arte y sensibilidad.
Un beso.
Hola Juan, me alegro mucho de verte y que esta vez hayas podido dejar el comentario :))
EliminarEn ello estamos, Juan, esperando unas pruebas, pero intento no pensar en ello demasiado y mientras he vuelto al blog que me da mucha energía positiva.
Un beso grande, y gracias.
(Ha hablado la sensibilidad. Dos poetas, la que suscribe y el que comenta inmediatamente encima de mí. Mejor me quedo aquí callado a ver si se me pega algo. Un abrazo para cada uno).
ResponderEliminarjajaajajaja Chema, eres un encanto. Juan sí que es un poeta como la copa de un pino, además de una persona a la que quiero y aprecio mucho. Tú no necesitas que se te pegue nada, tienes todo tu arte que es mucho.
EliminarUn beso grande.
Una quietud henchida de poesía
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que son buena pareja, Ángel.
EliminarUn beso.
La pasión no te abandona nunca.
ResponderEliminar:)
Disfrútala.
Besos.
Es que yo soy un poquito plomo y la persigo jajajajaja.
EliminarUn beso, Toro.
Esa calma que todo lo envuelve, que despierta los sentidos como si fuera una caricia...
ResponderEliminarPrecioso!
Un beso grande.
Las caricias, la calma... quien puede huir de eso.
EliminarGracias, Lunaroja.
Besitos
Grita el alma su silencio, eco de mar que rompe en las rocas.
ResponderEliminarUn beso.
Y qué mejor lugar que el mar para hacerlo :))
EliminarBesos, Ilduara
Que bonito Carmela. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa
EliminarBesos.
Se advierte cómo te fluye el texto y te dejás ir en versos con toda naturalidad... y tan irrefrenable como lo sientes.
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
A veces, solo tenemos que escucharnos :))
EliminarUn abrazo, Carlos!!
En la inmensidad también se encuentra calma, muy bonito amiga, lindo fin de semana
ResponderEliminarEs cierto, Jorge y cuando se encuentra suele ser inmensa.
EliminarUn beso