In Memory of a Dream, Ludovico Einaudi
Paso de puntillas por ese silencio que callas y que, sin tu saberlo, se lee perfectamente sobre tu piel, porque has de saber que, aquello que siempre soñamos, se vuelve sombra, amiga y perenne, de nuestros propios pasos. Y es ahí, donde de verdad te encuentro, en ese lugar, a pesar de tu intento de vivir en el otro lado. Hasta que un día veas, que la luz no apaga el resplandor de los sueños, y que es maravilloso tener un lugar donde guardar lo soñado. Un lugar donde poder volver siempre, con los cabellos al viento, mirando al horizonte y respirando el alba.
Y comprobarás que es, en ese lugar que te crece mar en el mismo borde de tus ojos, donde la vida realmente emerge y nos salva.
El mar nos inyecta vida, hace desaparecer el hastío y refleja los ojos que amamos iluminando la mirada.
ResponderEliminarUn beso.
saludos bella
ResponderEliminarWhat wonderful photos of the sea and the waves!
ResponderEliminarThank you Karmela, and the text is just as beautiful!
Felicidades. Veo (detecto, intuyo) que la proximidad del árbol y su corteza, áspera, musgosa y desagradable, no te impiden ver la belleza del bosque.
ResponderEliminarMi deseo es que la corteza de tu árbol cercano, vaya retomando la textura de la piel de un bebé.
Qué preciosidad todo.
ResponderEliminarDesde el título hasta el mensaje pasando por las hermosas fotografías.
Besos.
Hermoso lugar para estar.
ResponderEliminarBesos.
El poema, acorde con ese mar tuyo que tan bien conoces. Y que nos haces conocer a los demás.
ResponderEliminar¡Mar, holas y poema!
Fuerte abrazo, Carmela.