El mar enfadado es imponente y merece un gran respeto. Me alegra que te guste la imagen, Albada. Este temporal terminó destruyendo el paseo hacía el Castillo de San Sebastian, que es el que aparece en la fotografía. Un abrazo!
Quien sabe Ilduara, el tiempo lo dirá, pero veo difícil que detrás del vacío exista nada. Pero siempre existe la esperanza de conseguir lo que dices, y ojalá sea así. Besos ya brazos grandes para ti.
No sé si es (era ) tu intención... ... me traes a la memoria el triste recuerdo de un presente ... a veces tras la tormenta no hay calma hay un abismo infinito la desolación ante un futuro que la realidad lo ha vuelto del revés bien, bien crudo
La intención, o más bien el motivo, se corresponde con un estado de ánimo MaRía y solo espero que ese triste recuerdo que te ha traído esta entrada se haya diluido y solo sea un recuerdo en la memoria, de algo que fue. Besos MaRía desde aquí a tu orilla.
Bueno, menos mal que siempre nos hace una visita la calma. La Naturaleza está muy enfadada, ha aguantado mucho. Vengo de un blog amigo en común. Un placer encontrarte. Un abrazo Carmela.
Bienvenida Carmen, siéntete en tu casa. Y sí, la Naturaleza, está muy enfadada con nosotros y ruge y ruge.... ojalá hagamos algo. El placer es mío. Un beso de bienvenida!
El mar rugiente que arrasa con toda su potencia,que destruye,que siembra caos. Como los vacíos que devastan y nos dejan solo desolación. Una imagen brutal! Un gran beso Carmela!
Tú lo has dicho perfectamente Lunaroja, destruyen y siembran caos, devastación y desolación. Esperemos la calma y la vida. Otro gran beso para ti, Luna!
Una inmensidad atiborrada de vacío me genera... Si me dijeras que estas palabras, el audio y la imagen fueron lanzadas en una botella al mar lo creería.
Me ha sonado a atropello, a invasión de espacios privados aún no construidos, a mar embravecido adueñándose de lo que cree le pertenece, a la confusión que genera. Sin embargo la vida es insistente. Renace hasta debajo del asfalto. Un abrazo Carmela.
Lole Miva, tienes razón en que la vida es insistente y resistente, sino fuera así, habríamos terminado con ella hace tiempo, y miralá, ahí sigue, día a día. Y te ha sonado bien.... Un beso!
Así es, Sinuhe, y sé que lo sabes bien. De esta tormenta, lo más positivo, es que te haya acercado a esta orilla para poder mandarte un fuerte abrazo. Es curioso, pero te he tenido en mente en estos días. Espero que estés bien. Un gran beso y muchas golondrinas, de esas que tú sabes.
Que buena fotografía a pesar de su fuerza!!La mar es así,y nosotras lo sabemos,aunque no a costa de los huracanes. Ojalá ese vacío se llene de nuevos "jardines"y se vaya apagando el dolor de esta mal llamada Gloria(casualmente es mi nombre) Besucos de ánimos Gó
Seguramente. Una imagen impactante. El mar, que se enfada y se muestra en su poderío.
ResponderEliminarUn abrazo
El mar enfadado es imponente y merece un gran respeto.
EliminarMe alegra que te guste la imagen, Albada. Este temporal terminó destruyendo el paseo hacía el Castillo de San Sebastian, que es el que aparece en la fotografía.
Un abrazo!
No sé, a mayor tormenta deja todo vacío de vida, o tal vez sea eso un fenómenos meteorológico mayor, tipo huracán.
ResponderEliminarBesos.
Fue una tormenta muy grande, que sin llegar a ser huracán, produjo muchos destrozos, Amapola.
EliminarMuchos besos.
Quizás arrasar el vacío supone un renacer: limpiar espacios y acondicionar el alma.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo enorme.
Quien sabe Ilduara, el tiempo lo dirá, pero veo difícil que detrás del vacío exista nada. Pero siempre existe la esperanza de conseguir lo que dices, y ojalá sea así.
EliminarBesos ya brazos grandes para ti.
Cuando a la Naturaleza se le terminan hinchando las narices, no distingue.
ResponderEliminarBesos.
Tienes toda la razón Chema.
EliminarBesos!
Tras la tormenta viene la calma.
ResponderEliminarBesos.
El problema es la devastación que deja, pero sí, viene la calma :)
EliminarBesos, Alfred.
No sé si es (era ) tu intención...
ResponderEliminar... me traes a la memoria el triste recuerdo de un presente ...
a veces tras la tormenta no hay calma
hay un abismo infinito
la desolación ante un futuro
que la realidad lo ha vuelto del revés
bien, bien crudo
besos Carmela y un abrazo a esa tu tierra
La intención, o más bien el motivo, se corresponde con un estado de ánimo MaRía y solo espero que ese triste recuerdo que te ha traído esta entrada se haya diluido y solo sea un recuerdo en la memoria, de algo que fue.
EliminarBesos MaRía desde aquí a tu orilla.
Linda foto
ResponderEliminarParabens
Besos
Maurizio
Obrigada, Maurizio
Eliminar:))
Besos.
Sin duda.
ResponderEliminarEsas son devastadoras.
Besos.
Sí que lo son Toro, devastadoras.
EliminarBesos!
Lo dices todo en dos versos.
ResponderEliminarTal vez haya que esperar para descubrirlo, pero un vacío arrasado puede ser una perfecta oportunidad.
Besos
El tiempo dará la respuesta, Alís, y como le decía a Ilduara, ojalá que sea así :))
EliminarBesos grandes!
Bueno, menos mal que siempre nos hace una visita la calma.
ResponderEliminarLa Naturaleza está muy enfadada, ha aguantado mucho.
Vengo de un blog amigo en común.
Un placer encontrarte.
Un abrazo Carmela.
Bienvenida Carmen, siéntete en tu casa. Y sí, la Naturaleza, está muy enfadada con nosotros y ruge y ruge.... ojalá hagamos algo.
EliminarEl placer es mío.
Un beso de bienvenida!
Da mucho miedo cuando el mar se enfurece.
ResponderEliminarUna imagen impactante.
Besos enormes.
Yo amo el mar y no podría vivir sin él, ya lo sabes, pero le tengo un gran respeto y sí, cuando se enfurece hay que temerle.
EliminarBesos grandes para ti!
que linda imagen... y me recuerda mis veranos además, saludos...
ResponderEliminarGracias JLO. Veranos muy tormentosos, no?
Eliminar:))
Besos.
El mar rugiente que arrasa con toda su potencia,que destruye,que siembra caos. Como los vacíos que devastan y nos dejan solo desolación.
ResponderEliminarUna imagen brutal!
Un gran beso Carmela!
Tú lo has dicho perfectamente Lunaroja, destruyen y siembran caos, devastación y desolación.
EliminarEsperemos la calma y la vida.
Otro gran beso para ti, Luna!
Una inmensidad atiborrada de vacío me genera... Si me dijeras que estas palabras, el audio y la imagen fueron lanzadas en una botella al mar lo creería.
ResponderEliminarAbrazo hasta allá, Carmela.
Y es así, aunque en principio parezca contradictorio, Carlos, una inmensidad repleta de vacío.
EliminarMira en tus orillas, igual te llega la botella :))
Abrazos recibidos y devueltos!
Me ha sonado a atropello, a invasión de espacios privados aún no construidos, a mar embravecido adueñándose de lo que cree le pertenece, a la confusión que genera. Sin embargo la vida es insistente. Renace hasta debajo del asfalto. Un abrazo Carmela.
ResponderEliminarLole Miva, tienes razón en que la vida es insistente y resistente, sino fuera así, habríamos terminado con ella hace tiempo, y miralá, ahí sigue, día a día.
EliminarY te ha sonado bien....
Un beso!
Impacta tu imagen... Versos muy certeros, Carmela.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz noche ❤️
La verdad que si, Auro, el mar en su faceta más impactante y tremenda.
Eliminar:)
Muchos besos para ti.
Una buena frase y una buena fotografía.
ResponderEliminarGracias Tracy
EliminarBesos.
Así es...
ResponderEliminarAsí es, Sinuhe, y sé que lo sabes bien. De esta tormenta, lo más positivo, es que te haya acercado a esta orilla para poder mandarte un fuerte abrazo. Es curioso, pero te he tenido en mente en estos días. Espero que estés bien.
EliminarUn gran beso y muchas golondrinas, de esas que tú sabes.
Magnifica fotaza con una gran frase.
ResponderEliminarUn beso.
:)
EliminarGracias Mari Carmen!
Besos!
Y que no deja de traer recuerdos hasta esta orilla.
ResponderEliminarBesos y mensajes en una botella.
Ojalá sean buenos recuerdos!
EliminarBesos embotellados jajajaja con sal y todo.
Que buena fotografía a pesar de su fuerza!!La mar es así,y nosotras lo sabemos,aunque no a costa de los huracanes.
ResponderEliminarOjalá ese vacío se llene de nuevos "jardines"y se vaya apagando el dolor de esta mal llamada Gloria(casualmente es mi nombre)
Besucos de ánimos
Gó
El mar es precioso con y sin tormentas, ambas lo sabemos, y también de su fuerza :))
EliminarGracias y muchos besos, Gó
Me encanta la foto. Hoy se parece a mis interiores. ;P
ResponderEliminarPues ojalá, vaya amainando la tormenta.
EliminarUn beso grande.
Las tormentas siempre dan miedo. Besos.
ResponderEliminarEl mar enfurecido es tremendo.
EliminarAsí y todo, me encanta :))
Besos, Teresa.