Hoy quieres todo

 Jocelyn Pook-Adams Lullaby

Escuchas el rumor de la lluvia resguardada tras los cristales,

y tu mente divaga sin orden, a su ritmo: la inmensidad del universo,

aquello que juramos no olvidar jamás, el secreto de los arboles

creciendo hacia el extremo opuesto de las raíces que los sostienen,

y tantas otras cosas.

Pero hoy hay algo distinto, hoy quieres todo.

Quieres la dulzura del beso, pero también su resabor salado

y el cerco que deja en tus labios.

Anhelas perseguir tus sueños  aunque se sobresalten los peces

que dormitan en el lago,

como si siendo pájaro despertaras de un terrible sueño

batiendo incansable las alas en el barro.

Y quieres remover la vida,

sostenerle la mirada con extrema quietud

buscando su color más allá del blanco,

y empezar a dibujar como si no hubiera un mañana.

Sientes que ese mar que se escurre entre los dedos,

apenas roza el lugar hacia donde vamos

en el que seguro habrá  nuevos desengaños,

pero despacio, muy despacio,

rescatas los instantes con memoria incandescente,

como si hubieses desechado el vestido de la fragilidad,

como si fueras esa ola levantándose de la inmensidad del mar

ajena a la seguridad,

incapaz de un compromiso,

y nacida para ser espuma.

Demasiados inviernos varada en la periferia de las aguas paradas,

absolutamente inalterables.

Y es que entre tanta transparencia, se pierde el brillo de una mirada.

Zambúllete y no dejes que la lluvia borre tus pasos.